En esos viajes que uno hace de un lado para otro, me encontré regalando volantes para anunciar determinado producto, justo en plenas navidades. Había que trabajar y pues nos tocó hacerlo. Algunos me miraban con buena cara y otros ni se molestaban con tomar el bendito volante ese.
Estando en esa tarea, recordé a los cientos y cientos de personas que hay en todo el país, haciendo este mismo trabajo. De hoy en adelante tomaré todos los papeles que me den en la calle, porque significa un gesto de recibir el trabajo de alguien que lo hace cada día. Otra cosa será si me interesa o no el producto, pero esa es otra historia.
Sin embargo, estando en esas tareas, me avisaron que mataron a un amigo. El tema es cruel, lo esperaron cerca de su casa. Estuvo velándolo el sicario en la oscuridad, le acertó los tiros de bala para asesinarlo… y se perdió en la oscuridad nuevamente. Se lo tragó la noche.
Te imaginás eso en una noche, en una aldea, lejos de la ciudad. ¿cuándo se irá a investigar? ¿A quién culpar?
Y así se van cometiendo asesinatos en este bendito país, dejando a muchas familias desamparadas, viudas, hijos pequeños. Es un tanate de dolor, de rabia, de impotencia.
Recordé al amigo que caminaba dos horas de su aldea para la carretera, con los pies enlodados, se cambiaba las botas de hule y se ponía sus zapatos. En el pueblo lo esperaban para estudiar. Y así fue hasta que logró terminar sus estudios y graduarse de "perito contador". Estudiaba para cambiar un poco la pobreza de su familia, para ayudar a sus hermanos, para vivir de manera digna.
Por qué existen las armas?
A pesar de que en este país, existe una ley de armas, circulan por el país miles de armas sin licencia, o permiso como le dicen. La vida es ya una ganancia en esta esquina de país…
Cambiará algo si denunciamos y exigimos que se haga investigación de tantos casos de violaciones que se han cometido en este país. Mientras tanto, encenderé mi candelita, con su luz pediré claridad y un nuevo amanecer.
De repente se me pase mi rabia, de repente...