miércoles, 26 de noviembre de 2008

escribir



Si hay algo que me está preocupando y ahora mismo que escribo estas letras en esta página es ¿en dónde pongo el punto, la coma, los signos de interrogación? o ¿cómo debo seguir las reglas de la gramática? Cierto que en la escuela aprendimos a usarlos. Digo, tuve una buena maestra en idioma español, pero no logré entender bien esto del uso de los signos.

Por ejemplo, despuès del primer pàrrafo, con todo lo que escribí, no sé si le dí tiempo a usted para que respirara un poquito y entender lo que dice. ¿Más o menos? ¿nada? Uff...

Y entre este tanate de ideas que a veces se le viene a uno. Hace unos días leía una página de este escritor guatemalteco, creo que es Flores. Púchicas, me dije, ningun punto, o coma, o no sé qué más seguir...me preocupó porque él si lo hizo y (no es que sea original) porque hubo otros escritores que lo hicieron antes, pero a él le dieron un premio. ¿Osea que copió? No sé, creo que no. pero ese es otro tema. Pues me recordè de la señora que escribio así; es esta señora de chile, Isabel Allende.

Se da cuenta. Lo intentaron en una hoja, para ser precisos, en una página solamente. Me imagino que hay otros que lo han hecho. Pero uno lee y logra parar justo en donde ellos quieran.

Sin embargo, lo que más me preocupa es que yo no logre transmitir la idea que quiero. Es decir, cuando escribo algo, hay siempre correcciones. Siempre me dicen cómo tengo que decirlo, como expresar mejor la idea, y viene la serie de modos, maneras o ideas, etc. pero siendo sincero: asì ya no soy yo.

Me enojo ciertamente porque la capacidad de escribir se queda corta. Lo peor, cometo errores garrafales de redacción. De repente soy de los que escribe un montón y no digo nada...que triste verdad. O no encontrar la palabra precisa, o la idea justa que quiero comunicar. Por eso estoy preocupado. Eso de escribir de plano que es sólo paro los buenos...

Se que esto no se va arreglar ni aunque compre un libro de redacción. Ya no, a mi edad... dudo avanzar mucho.

Tal vez se pueda ir mejorando si voy leyendo y escribiendo cada vez. El que mucho lee aprende mañas de la escritura y de la gramática, dicen. Pero lo que no sé es si vaya a tener tiempo para esto. Una cosa si está clara, escribo para mí. Ahora, nadie lo puede revisar, ni quien me diga: “aquí estás mal”.

Aunque la autoestima està dolida. Escribí un par de cuentos hace un tiempo, pero apenas se lo dí a leer a una persona X –perdón por no escribir el nombre-, y eso que sólo leyó una página, y me dijo: (imaginese usted oyendo a un general) “te hace falta estilo, descripción, claridad, qué querés decir. Esto no se entiende, me lo podés decir y te lo arreglo ¿?” Me quedé triste, eliminé de la compu todo lo que tenía de ese mi proyecto: Pasión. Tal vez lo intente en otro sueño...

Curioso a ellos si los leo, me divierto con las ideas, aprendo mucho, pero no los puedo corregir...

Las letras, las letras, las letras... y mis ganas de escribir. Pero como habrá notado el lector, mejor lo hubiera titulado: Redactar.

…?

Interrumpi este trozo de letras que llevo escritas, porque entró un mensaje a mi cel. Dice: “t vns a kmr kn nstrs” (no hay signo de interrogación)

- ¿Qué? Contesté

- “vs a kmr” (ahora sí entendì, “vas a comer”)

- de repente- contesté

...

jueves, 6 de noviembre de 2008

manejar en la ciudad


En esta ciudad donde yo vivo pasa esto:
Te encontrás con gente que, manejando su vehículo en la calle, piensan que, los choferes estos, manejan mejor que los demás. Es increíble, te pitan, te insultan (algunos solo los ves por la ventana gritar juicio): “apúrese; puta mano, quítese; mujer tenía que ser... infeliz”…dicen.

Te has dado cuenta que algunas mujeres aprovechan el rojo del semaforo para echarse ellas tambièn un poco de maquillaje… seguro van a algun chance; o el otro que va al lado hablando al celular y te mira con una cara de pocos amigos; algunos carros van con la pareja, pero cada uno con su mirada, como si estuvieran solos.

Los mejores para manejar, se consideran dueños de la calle. Los únicos que pueden imponérsele –a veces- son los camiones, las camionetas, los grandotes esos. Así es en este puto terreno. ¿Será porque el trabajo los dejó tan agotados que quieren rematar con los demás? ¿Llegar a la casa? Con solo pensar llegar a casa se les hace aburrido, y no digamos entrar.

De repente los otros que van en su carrito también están pensando lo mismo, solo que estos van a su bola. Más despacio, reflexionando y van tan tranquilos en su carril, lo que pasa enfrente: ¿quiere pizza, a 15 el cartón?; hay guineitos, a cinco; oìs gritar al muchacho que “hay triple tigo”; o el otro que te dice “¿dulces de menta don?”…

Dale que pita y pita el otro que viene atrás de vos. Pero para vos, no cambia nada. “De llegar tengo que llegar”, pensàs…

De los que te escribo, se dan el chance de hacer el resumen del día, piensan: pude hacer esto otro, esto otro, quiza aquello; por qué no llamé a tal persona... el carro sigue avanzando. Ni cuenta se dio que a la par le pusieron pistola al otro chofer y le quitaron el dinero que se hizo en la ruta que recorre...

Yo por mi parte manejo tranquilo, me pongo nervioso cuando me dicen qué tengo que hacer: que allá, girá aquí, por qué no lo pasás... uff. Incluso ya caí en aquello: “¿por dónde me voy?”- pregunto, así al suave, no sea que-. Burro que soy.

Lo que es peor en este centro del país es que cuando ya te toca cruzar la calle, porque el semáforo está en verde, se han atravesado los camiones o carros –y todavía te miran a la cara- como diciéndote “te aguantàs” y yo que les pito y pito.

Te imaginàs el animalero que les suelto... por lo menos desahogo –tambièn- todo lo del día. Anarquia total, incluso ahí mismo està el policìa de trànsito y no pasa nada... este policìa levanta la vista para ver cuàn larga es la cola de carros y se queda igual. Està agarrado de un letrero que dice “no interrumpir el paso”…

Ya solo tengo ganas de llegar a mi casa y leerme un libro...