martes, 27 de abril de 2010

Efemérides

Mientras esperaba hacer algún viaje, leía en el periódico una buena nota sobre las efemérides. El caso es que hemos llenado ya el almanaque, decía, de fechas importantes, sean estas a nivel local, nacional e internacional. Y tas, tas, tas, citaba todos los días por haber y existir… me causo una tremenda gracia y me he reído de esta locura con la que nos estamos orientando. Yo por lo menos ya me sé las fechas importantes de estos tres meses que vienen (mayo, junio, julio)…

Estas fechas las mira, las oye, y los lee uno desde la televisión, la radio, la prensa escrita… en esas estaba cuando me salió chance.

- Ay! Cuánto tiempo se invierte a estas fechas, y cuánta gente escuchará.

Eso le oí decir a un cuate que subió al taxi con una cuata. Por lo que pude oir, el cuate trabaja en radio y decía:

- Imaginate, todo el tiempo que invertimos en la producción de una cuña radial; me pregunto ¿nos escuchará la gente?
- Pues saber tu, decía la cuata, porque yo ni radio oigo…
- Ala, me mataste vos, decía el chavo, porque cada año estar pensando en esas fechas pisadas…
- Bueno, por lo menos tenés creatividad y vas mejorando tu producción de radio
- En eso si tenés razón; más tarde me servirá pa'alguito.

Yo que estaba en el volante, me metí de "shute" y le dije:
- Yo si escucho usted, porque uno con este trabajo lleva la radio siempre prendida, pa no aburrirse pue… y más de algún mensajito le queda a uno en la cabeza. Me gustan aquellas que hablan de educación, relación intercultural, justicia, tierra, derechos humanos. Son bonitos uste'

- Ya ves, eso que yo no oiga radio no quiere decir que mucha gente no escuche esos mensajes, dijo la chava, mirando al moreno ese que iba del lado "isquierdo" del taxi.
- Pues sí, dijo y atinó con mandarme ese mensaje: "Que bueno que las escucha usted"
- Ya ve, la necesidad pues, pero cuénteme, se va a echar algún día un "güen" mensaje para nosotros los taxistas.
Se lo pregunté así a quemarropa
- No lo habia pensado pero creo que sí, le voy a cranear uno, me deja su número de celular para llamarle y decirle que puede oir ya su cuña.
- La "cuñada" será, pues ahí tiene mi número de taxi, el 666 Txs.
Y le dí mi número de celular por si las moscas… uno nunca sabe, porque puede que sea un buen "marchante" o cliente pues.

- Y por cierto, atinó a decir, y cuándo es el día de los taxistas?
- Ja! Le dije, pues le toca averiguarlo moreno.

Esa tarde nos reímos a carcajadas, los dejé cerca de unas oficinas, lugar donde trabajaba el chavo ese. Me di la "güelta" y regrese por alguna ruta incierta, pa' ver si alguien llamaba para hacerle su "carrera. Pero me fui pensando en eso de las fechas importantes; pero pensándolo bien, estas fechas son como la necesidad que tenemos todos para pasar un rato juntos, sentirnos en grupo o muy contentos de nuestro "gremio". Te imaginás, el día del contador (de chistes); el día del borrador, el día de la pereza. Ponéle todo lo que querrás. Pero lo más contradictorio, es lo del primero de mayo… de plano toca trabajar vos, yo por lo menos estaré en ruta, llevando y trayendo gente de un lado para otro.

Me llevaré a la gente a la marcha, eso me dijo el señor aquel que te conté… el bigotudo. En el taxi estaré llevando a la gente que irá a juntarse por el "muñecon" de la zona cinco de la capital; la gente que irá a recordar a los que lucharon, a los que dieron su vida por condiciones dignas del trabajador... a reclamar y exigir más derechos laborales.

Cuando termine la marcha, de plano que se irán a "chupar" al portalito:

- Me das una mixta
- A mí una oscura
Una clara, porfa
- … ¿sipues, y las boquitas? Esas mismas "papa", las que me gustan…

Y así se va la tarde y feliz porque mañana no hay chance,

- Mañana es domingo muchá, que "chilero". Lástima que hoy no hubo puente…

De plano que la calle como no puede reclamar, pues estará llena de papeles, miados por aquí y por allá, plásticos tirados en cada lado (bolsas de nailon y botellas).

Malaya, digo yo, de repente tengamos que poner "el día de la protesta". Vos qué pensás, te parece la idea: "el día de la protesta"

De repente lo lleguemos a celebrar, como ahora se vale de todo, pues no queda mal un día como estos, sólo para juntarnos y hablar babosadas. De repente.

martes, 13 de abril de 2010

el pan nuestro de cada día

Ah, aquellos desvelos de "los años maravillosos" (¿te acordás de esa serie de televisión?). Pues algo así te voy a contar.
Se hace entre marzo y abril, siempre entre esos meses de cada año. Bueno, pues en esas fechas, a nosotros nos tocaba desvelarnos con un olor a pan que nos llegaba toda la noche…

Estos eran desvelos que hacíamos por turnos entre los miembros de la familia. Había que estar con todos los ingredientes preparados para el pan de semana santa: harina, azúcar, huevos… etc.

En la casa de aquel don, que vivía a la "güelta" de la nuestra, se hacía el pan. "¿a ver?" decía el don, "¿qué traen ustedes para su pan de semana santa?" y nosotros, rápido le dábamos el canasto con todos los ingredientes para el "rico pan" de la semana santa. Nos podía tocar a las 2 0 3 de la mañana, pero le entrábamos con ganas a "cuidar" nuestro bendito pan. Ni modo, si era santo. Con el tiempo, entiendo que comerlo daba gusto. Púchis! Con la tremenda desvelada que nos dimos pues...

Por casi un mes el negocio iba bien para los panaderos, especialmente en ese lugar que te cuento:
• "aquí si sale rico el pan uste';
• ese si es "güen" pan" decían todos.

Yo pensaba que eso no podía ser cierto, porque casi todos le estábamos echando lo mismo: que azúcar, que harina, que huevos… (al suave pue)

La diferencia del pan estaba en la cantidad. Los que tenían más dinero, pues de plano que se mandaban con hacer más panes, y se daban el lujo de pedirlos en distinto tamaño. Mi mama, por si acaso, los pedía "regularcitos, don chepe, gracias, sólo le pido que me haga tres grandes: así veee" y hacia con los dedos de las manos una torta enorme.
lo distinguía los adornos que le ponían a los benditos panes: que anís, que harina, que, que, que… la verdad, solo con sentir el olor que salía del horno, pues ya estábamos disfrutando el pan…
Yo como siempre me imaginaba llevándome un pan -regular- para la escuela y chilerear con el tamaño del pan, pero siempre habían unos más pilas, que llevaban el pan más grande… malaya, te imaginás todo el mes de marzo o abril haciendo esta 'güeviadera' de pan?

De plano que actuábamos como judas en la casa. Mamá lo sabía pero no decía nada, porque a pesar de que escondía -según ella- el canasto sobre el ropero de la sala, siempre encontrábamos la manera de sacudirnos un pan… lo chistoso de esto es que entre los tres hermanos, que nos lleváramos un pan diario cada uno, echá cuenta… pues la cuota bajaba. Era el mes en que mamá decía entre su seriedad y sonrisa picaresca: "saber por que hay más ratones en este mes, a pesar de que en todas las casas se ha hecho pan"
Nosotros por si acaso añadíamos: "será el judas". "pero que no lo vaya a ver, porque si lo cacho…" sentenciaba entre risas. Incluso ella colaboraba cuando salíamos de casa en esas mañanas, nos preguntaba: "ya llevan todo lo que necesitan hoy?" sí, decíamos con cara de judas inocentes.

Alguien me puede decir si eso era pecado? Porque la verdad, se hacía el pan para comer y no para guardarlo, digo yo. Además, era el mes en el que llegaba pan de todos lados. Desde el jueves por la mañana, ya oíamos que tocaban a la puerta y que "le manda este pan" doña marina, que de doña rosa, que de doña tina, que de la comadre, que del ahijado, que de la abuela, que de la tía… que, que… y así se juntaban otros dos canasto más de pan. Ni modo, mi mama bien lista, de tres panes que llegaban, ella mandaba uno de los nuestros. Así que matemáticamente salía bonita la cosa: la multiplicación de los panes; cabal, así como lo dijo el "maistro" aquel.

Hoy me caminé todos esos lugares donde se hacía el pan, vi el horno viejo del vecino… todavía hacen pan, ya son los hijos de los hijos. Oficio digno vos, estos son los que concretan la oración aquella que dice "danos el pan nuestro de cada día". La verdad, todavía llega, cada día, a la misma hora, en la misma tienda. Que calida' de pan, bien riiiiiiiiico.

Mi mamá, por si las moscas, me sentó a la mesa y me dio de desayuno la miel (que miel, la que ella sabe hacer) y un pan.
"apúrele, para que no se le mosquee". Yo comí rico este jueves santo: pan con miel, como se sabe hacer en mi pueblo.
Y vos? Qué comiste?
De repente me contás, de repente…

Mientras mi mamá suspiraba… "ah, ya no'mijo…. Todo está tan caro ahora, que el pan que se manda hacer, es sólo para los de la familia. Así es que coma porque mañana, quien sabe…"