En esas cosas curiosas que uno oye en su taxi, les cuento esto que hablaban dos personas que pidieron hacer un viaje:
- Ah! vos, pero está duro ser papá ahora, imaginate que yo sólo me comunico con mis hijos por internet.
- Bueno, pero los ves? -Preguntaba el otro.
- Que va, no te digo pues que es sólo por internet.
- ¿Y cómo funciona eso? Porque ha de ser chilero, no?
- No'mbre, solamente mirás a tus hijos por una cámara que tiene la compu. Fijate que tuve que comprar la cámara, unos micrófonos que se conectan a la compu, y usas una herramienta que se llama "escaip". Fijate que es gratis.
- Chileron se han de mirar y uno "to'o feyo".
Soltaron la carcajada y yo me reí también con ellos...
Les iba oyendo en su conversación y risas, pero la verdad a mí me sonaba feo eso de que los hijos y los papás solo se comuniquen por el internet. No hay duda, la tecnología ha dado un gran avance en estos casos y comunica mejor a la familia, porque imaginate los años aquellos cuando se usaba la carta: Tenía que esperar uno un gran tiempo para tener noticias de sus seres queridos que estaban lejos; bueno, también estaban los telegramas. No que ahora, 'al chilazo' te enterás de todo: chismes -las que nos gusta y con la que hacemos lata al cuate o la cuata-, sobre política, economía, cultura, eitecitera, eiceitera...
- ¿Y dónde están tus hijos pues?
- Del otro lado del charco vos. Están lejos. Estoy triste porque apenas logro verlos. Uno quiere abrazarlos, jugar con ellos, platicar sentados, salir a pasear y correr, o leerles un librito. Malaya si tuviera "lana" para echarme unos mis viajes y estar un tiempo allá...
Le oí un suspiro tan profundo, y una mirada hacia el techo del taxi -que por cierto es gris- como dándole un día todo nublado a uno. Es como la ceniza de volcan que cae, o como tormenta Agatha, o tormenta Alex… o lo que sea…
- Yo que vos me iba mano, y me pongo a "chambear" allá, aunque sea para lavarles los platos a los dones de allá. Porque por los hijos, uno hace todo lo posible vos -decía el sabio ese-.
- No vos, aunque sean solo frijolitos con tortilla lo que coma cada día, pero estoy mejor aquí
- Pues cómo ha cambiado la familia. Son otros tiempos vos, tenés que acostumbrarte y "hacerle ojo al macho"
- Se dice fácil vos, pero no es igual.
- ¿Pero están felices ellos?
- Pues para que estén felices se fueron, eso me dijeron. Date cuenta en este país ya no se puede vivir: violencia, inseguridad, no hay liberta' -me dijeron. Nos vamos paya', porque allá si es la pura felicida'.
- Malaya vos, en dónde está ese paraíso que decís; porque esa es otra cantaleta manito, perdoná que te lo diga, pero esa es la verda' mano. No hay duda que debemos luchar para que nuestras familias permanezcan unidas y felices, porque sí se puede vos. Los problemas se pueden tratar, analizar, evaluar y volver a levantar la mirada para estar juntos. De plano, si no se puede pues por lo menos lo intentaste ¿no? Eso es lo que pienso por lo menos yo. Porque no hay que ser, tenemos fama de violentos, de peligrosos, de todo lo peor que se pueda decir de nosotros, como si en los otros países no los hubiera,
- Si vos, tenés razón, pero son dos temas distintos: La familia y el país.
- Bueno, pero en este país estamos, en este país trabajamos, en este país luchamos. Queremos un país sano para nuestros hijos.
- Bonito se oye vos
- Bueno, pues vamos a trabajar por ello, cada día, minuto a minuto, segundo a segundo. Trabajar por un mejor país, para que otras familias no corran esa suerte tuya. Por ellos y nosotros, creo que vale la pena luchar porque tengamos una "guatemaya" hermosa.
- Quien sabe vos, porque ya creciditos, con más ideas, ambientes… ya no les gustará visitar a este viejo
- Que viejo ni que nada, y mejor nos bajamos aquí, porque si no, nos vamos de largo. "Nos deja aquí joven, en la esquina del mercado", dijo.
A sus órdenes señores -les contesté. Me pagaron y se bajaron corriendo
- Apurémole pue, porque un caldito caliente aquí en el "merquis" nos caerá bien y después compramos los chojolitos de la semana.
Aceleré y me fui pensando que yo también quiero trabajar por un mejor país; entregarme por hacer bien las cosas y luchar junto a los demás personas cuando me necesiten. De todos modos, decía, el concepto de familia está cambiando, los sociólogos tendrán que plantearse nuevamente el concepto aquel "es la base fundamental de la sociedad"; de repente es la "base fundamental de la globalización"; y también -por qué no?- de la globalización de la información. Pensaba en eso cuando 'me' llamaron para otra carrera en 'mi' taxi.
- A sus órdenes, voy ahora mismo donde usted…
De repente regresen los que están lejos. Iba manejando imaginándome ese paraíso que hablaba el don, de repente lo vamos a tener nosotros también y aquí, de repente...
- Ah! vos, pero está duro ser papá ahora, imaginate que yo sólo me comunico con mis hijos por internet.
- Bueno, pero los ves? -Preguntaba el otro.
- Que va, no te digo pues que es sólo por internet.
- ¿Y cómo funciona eso? Porque ha de ser chilero, no?
- No'mbre, solamente mirás a tus hijos por una cámara que tiene la compu. Fijate que tuve que comprar la cámara, unos micrófonos que se conectan a la compu, y usas una herramienta que se llama "escaip". Fijate que es gratis.
- Chileron se han de mirar y uno "to'o feyo".
Soltaron la carcajada y yo me reí también con ellos...
Les iba oyendo en su conversación y risas, pero la verdad a mí me sonaba feo eso de que los hijos y los papás solo se comuniquen por el internet. No hay duda, la tecnología ha dado un gran avance en estos casos y comunica mejor a la familia, porque imaginate los años aquellos cuando se usaba la carta: Tenía que esperar uno un gran tiempo para tener noticias de sus seres queridos que estaban lejos; bueno, también estaban los telegramas. No que ahora, 'al chilazo' te enterás de todo: chismes -las que nos gusta y con la que hacemos lata al cuate o la cuata-, sobre política, economía, cultura, eitecitera, eiceitera...
- ¿Y dónde están tus hijos pues?
- Del otro lado del charco vos. Están lejos. Estoy triste porque apenas logro verlos. Uno quiere abrazarlos, jugar con ellos, platicar sentados, salir a pasear y correr, o leerles un librito. Malaya si tuviera "lana" para echarme unos mis viajes y estar un tiempo allá...
Le oí un suspiro tan profundo, y una mirada hacia el techo del taxi -que por cierto es gris- como dándole un día todo nublado a uno. Es como la ceniza de volcan que cae, o como tormenta Agatha, o tormenta Alex… o lo que sea…
- Yo que vos me iba mano, y me pongo a "chambear" allá, aunque sea para lavarles los platos a los dones de allá. Porque por los hijos, uno hace todo lo posible vos -decía el sabio ese-.
- No vos, aunque sean solo frijolitos con tortilla lo que coma cada día, pero estoy mejor aquí
- Pues cómo ha cambiado la familia. Son otros tiempos vos, tenés que acostumbrarte y "hacerle ojo al macho"
- Se dice fácil vos, pero no es igual.
- ¿Pero están felices ellos?
- Pues para que estén felices se fueron, eso me dijeron. Date cuenta en este país ya no se puede vivir: violencia, inseguridad, no hay liberta' -me dijeron. Nos vamos paya', porque allá si es la pura felicida'.
- Malaya vos, en dónde está ese paraíso que decís; porque esa es otra cantaleta manito, perdoná que te lo diga, pero esa es la verda' mano. No hay duda que debemos luchar para que nuestras familias permanezcan unidas y felices, porque sí se puede vos. Los problemas se pueden tratar, analizar, evaluar y volver a levantar la mirada para estar juntos. De plano, si no se puede pues por lo menos lo intentaste ¿no? Eso es lo que pienso por lo menos yo. Porque no hay que ser, tenemos fama de violentos, de peligrosos, de todo lo peor que se pueda decir de nosotros, como si en los otros países no los hubiera,
- Si vos, tenés razón, pero son dos temas distintos: La familia y el país.
- Bueno, pero en este país estamos, en este país trabajamos, en este país luchamos. Queremos un país sano para nuestros hijos.
- Bonito se oye vos
- Bueno, pues vamos a trabajar por ello, cada día, minuto a minuto, segundo a segundo. Trabajar por un mejor país, para que otras familias no corran esa suerte tuya. Por ellos y nosotros, creo que vale la pena luchar porque tengamos una "guatemaya" hermosa.
- Quien sabe vos, porque ya creciditos, con más ideas, ambientes… ya no les gustará visitar a este viejo
- Que viejo ni que nada, y mejor nos bajamos aquí, porque si no, nos vamos de largo. "Nos deja aquí joven, en la esquina del mercado", dijo.
A sus órdenes señores -les contesté. Me pagaron y se bajaron corriendo
- Apurémole pue, porque un caldito caliente aquí en el "merquis" nos caerá bien y después compramos los chojolitos de la semana.
Aceleré y me fui pensando que yo también quiero trabajar por un mejor país; entregarme por hacer bien las cosas y luchar junto a los demás personas cuando me necesiten. De todos modos, decía, el concepto de familia está cambiando, los sociólogos tendrán que plantearse nuevamente el concepto aquel "es la base fundamental de la sociedad"; de repente es la "base fundamental de la globalización"; y también -por qué no?- de la globalización de la información. Pensaba en eso cuando 'me' llamaron para otra carrera en 'mi' taxi.
- A sus órdenes, voy ahora mismo donde usted…
De repente regresen los que están lejos. Iba manejando imaginándome ese paraíso que hablaba el don, de repente lo vamos a tener nosotros también y aquí, de repente...