Conste que nos es la marca toto’s, sino mi pueblo. Así que si me ves con alguna ropa marca toto’s, pensá que es la original marca de mi pueblo… comprado en una “paca”.
Pues se me dio por caminar en este bendito pueblo, despuès de tantos años…
¡Cómo ha cambiado mi pueblo, mi gente! Los que eramos de 15 cuando nos fuimos, ahora somos cuarentones. Todos con familia. Bueno algunos somos mitad de familia.
Nos bastò un recorrido con mi hija para buscar a un dentista que –“nos hiciera el favor”- de sacarle uno de los dientes flojos a mi peque… y de repente hacerle fácil al ratón pérez el regalo de las moneditas, además del “santa clos” que estará encogido del frìo y preparando la maleta de regalos para algunos.
Uf!!! todos los dentistas estaban de descanso, “abrimos hasta la próxima semana” decìa el ròtulo… ni tocar a la puerta!!! Menos mal, me dije.
No fue largo el trayecto, caminando, mirando las casas, contando historias de patojos… qué calidad platicar con mi hija.
“Es una niña hermosa, super despierta” –dijeron los que la vieron al no màs nacer- ahora la estoy disfrutando yo: es inquieta; pregunta de lo que yo creo no haber preguntado nunca; segura de sì misma.
Caminamos por las benditas calles de mi Toto…
Te comparto còmo es este lugar… entre lo antaño y lo moderno –pues no tiene mucho arte en realidad, màs bien en los cajones y estrechos de sus calles vamos pasando uno que otro.
Venia a mi mente aquellos momentos del saludo con la gente:
-Buenas tardes…
-Buenas tardes, contestaban.
-Que le vaya bien,
-Igualmente, muchas gracias. (No se te olvide que nosotros no sòlo decimos gracias, sino “muchas”)
O cuando se saludaba en el idioma k’iche’, la gente contestaba al final “eu”.
.
Gente que no me conoce, decían:
Mucho gusto, que le vaya bien…(que conste que no es por lo de la navidad solamente…así ha sido siempre el pueblo)
Asì es este pueblo. Sencillo pero sincero.
Es navidad, caminamos los tres –mis dos chicas y yo- les conté las historias de un patojo que se la pasaba corriendo estas calles. Algunas veces con miedo, timido, otras para intercambiar el trabajo de la escuela con los compañeros.
Ay! Aquellos dìas, pudimos ir al “repaso”. Así le decían al baile que se organizaba en cualquier casa –donde íbamos de –shutes- porque no estabamos invitados. Yo por lo menos los gocè, no bailando precisamente –sino para comer el pastel y tomar cafecito gratis. Eso de mover el cuerpo no ha sido muy para mì, bailar lo medio aprendì años despuès; sin embargo, disfruté la mùsica de los 70-80. y vos ¿te acordàs de esa mùsica?
A parte de doña tina turner, de maycol yackson, de brayan adams, quiins, los biyis, madona, richards, los legendarios bitles, hasta don nelson ned, manzanero, incluso los bukis, chente (uyuyuy!), tiempos de toda la mùsica disco (¿te gusta como escribì los nombres?, es que así les decíamos)
Otras veces nos encerrabamos en un cuarto pequeño, a oscuras, con una grabadora de aquellas antiguas, escuchàbamos muy calladamente -no sea que nos estuviera oyendo algùn guarura, oreja o quque (soldado pues)- y con bajo volumen a los “guaraguaos”. Ja! Se me vino esa: perdòneme tìo juan, pero se ve que no sabe nada… o aquella dedicada a la madre: madre dejame luchar, madre tu me enseñaste a compartir el pan (nuestro maìz decìamos nosotros)…
¡Cómo ha cambiado mi pueblo, mi gente! Los que eramos de 15 cuando nos fuimos, ahora somos cuarentones. Todos con familia. Bueno algunos somos mitad de familia.
Nos bastò un recorrido con mi hija para buscar a un dentista que –“nos hiciera el favor”- de sacarle uno de los dientes flojos a mi peque… y de repente hacerle fácil al ratón pérez el regalo de las moneditas, además del “santa clos” que estará encogido del frìo y preparando la maleta de regalos para algunos.
Uf!!! todos los dentistas estaban de descanso, “abrimos hasta la próxima semana” decìa el ròtulo… ni tocar a la puerta!!! Menos mal, me dije.
No fue largo el trayecto, caminando, mirando las casas, contando historias de patojos… qué calidad platicar con mi hija.
“Es una niña hermosa, super despierta” –dijeron los que la vieron al no màs nacer- ahora la estoy disfrutando yo: es inquieta; pregunta de lo que yo creo no haber preguntado nunca; segura de sì misma.
Caminamos por las benditas calles de mi Toto…
Te comparto còmo es este lugar… entre lo antaño y lo moderno –pues no tiene mucho arte en realidad, màs bien en los cajones y estrechos de sus calles vamos pasando uno que otro.
Venia a mi mente aquellos momentos del saludo con la gente:
-Buenas tardes…
-Buenas tardes, contestaban.
-Que le vaya bien,
-Igualmente, muchas gracias. (No se te olvide que nosotros no sòlo decimos gracias, sino “muchas”)
O cuando se saludaba en el idioma k’iche’, la gente contestaba al final “eu”.
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Gente que no me conoce, decían:
Mucho gusto, que le vaya bien…(que conste que no es por lo de la navidad solamente…así ha sido siempre el pueblo)
Asì es este pueblo. Sencillo pero sincero.
Es navidad, caminamos los tres –mis dos chicas y yo- les conté las historias de un patojo que se la pasaba corriendo estas calles. Algunas veces con miedo, timido, otras para intercambiar el trabajo de la escuela con los compañeros.
Ay! Aquellos dìas, pudimos ir al “repaso”. Así le decían al baile que se organizaba en cualquier casa –donde íbamos de –shutes- porque no estabamos invitados. Yo por lo menos los gocè, no bailando precisamente –sino para comer el pastel y tomar cafecito gratis. Eso de mover el cuerpo no ha sido muy para mì, bailar lo medio aprendì años despuès; sin embargo, disfruté la mùsica de los 70-80. y vos ¿te acordàs de esa mùsica?
A parte de doña tina turner, de maycol yackson, de brayan adams, quiins, los biyis, madona, richards, los legendarios bitles, hasta don nelson ned, manzanero, incluso los bukis, chente (uyuyuy!), tiempos de toda la mùsica disco (¿te gusta como escribì los nombres?, es que así les decíamos)
Otras veces nos encerrabamos en un cuarto pequeño, a oscuras, con una grabadora de aquellas antiguas, escuchàbamos muy calladamente -no sea que nos estuviera oyendo algùn guarura, oreja o quque (soldado pues)- y con bajo volumen a los “guaraguaos”. Ja! Se me vino esa: perdòneme tìo juan, pero se ve que no sabe nada… o aquella dedicada a la madre: madre dejame luchar, madre tu me enseñaste a compartir el pan (nuestro maìz decìamos nosotros)…
Seguimos caminando. Es Increible, esa casa del misterio de la mùsica se ha transformado totalmente, ya no es como la compartimos con los cuates aquellos…
Ocupàbamos la cuadra para jugar a la pelota… tiempos de ribelino, el doctor sòcrates, kempes…uwaldo matildo fillol, emerson leao (conste, te lo escribo asì como lo decìamos nosotros), zico.
Còmo no! entrenar un mes antes para la carrera de San Silvestre. Por supuesto que pensàbamos ganar la competencia, pero entràbamos con el pueblo y con el peligro de patearnos la lengua…
Tiempos vividos con gran intensidad en los juegos: Los barriletes, el trompo, las canicas, jugar de judìos en semana santa (teatro muy comprometido el nuestro, con papeles bien aprendidos).
Yo no sè por què no se nos ocurriò jugar de “el nacimiento de jesùs”, pero ahora que lo pienso bien, tal vez no convenìa mucho, porque con el frìo que hace en este pueblo. Te cala en los huesos, y eso que no tenemos nieve; tampoco hay chimeneas en las salas, sino que nos juntabamos en la cocina para oir a los abuelos (ya te imaginàs yo ahí desnudo y con un pañal esperando la visita de los reyes? Puchis!).
y el fundamental ejercicio de los hermanos: sacar a los “chivos” para que comieran… ahì se armaba otra revolución…
Fui creciendo y me fui de mi pueblo a los 15, ahora tengo tres juventudes acumuladas en mì. Tiempos aquellos… tiempos estos…
De repente a vos tambièn te lleguen a gustar las fotos de mi pueblo.
Te lo ofrezco como un nacimiento!
FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO!!!
De repente!
Ocupàbamos la cuadra para jugar a la pelota… tiempos de ribelino, el doctor sòcrates, kempes…uwaldo matildo fillol, emerson leao (conste, te lo escribo asì como lo decìamos nosotros), zico.
Còmo no! entrenar un mes antes para la carrera de San Silvestre. Por supuesto que pensàbamos ganar la competencia, pero entràbamos con el pueblo y con el peligro de patearnos la lengua…
Tiempos vividos con gran intensidad en los juegos: Los barriletes, el trompo, las canicas, jugar de judìos en semana santa (teatro muy comprometido el nuestro, con papeles bien aprendidos).
Yo no sè por què no se nos ocurriò jugar de “el nacimiento de jesùs”, pero ahora que lo pienso bien, tal vez no convenìa mucho, porque con el frìo que hace en este pueblo. Te cala en los huesos, y eso que no tenemos nieve; tampoco hay chimeneas en las salas, sino que nos juntabamos en la cocina para oir a los abuelos (ya te imaginàs yo ahí desnudo y con un pañal esperando la visita de los reyes? Puchis!).
y el fundamental ejercicio de los hermanos: sacar a los “chivos” para que comieran… ahì se armaba otra revolución…
Fui creciendo y me fui de mi pueblo a los 15, ahora tengo tres juventudes acumuladas en mì. Tiempos aquellos… tiempos estos…
De repente a vos tambièn te lleguen a gustar las fotos de mi pueblo.
Te lo ofrezco como un nacimiento!
FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO!!!
De repente!
2 comentarios:
bonito tu pueblo, pueblo!
dan ganas de ir a conocer :)
me da nostalgia y me hace recordar mi pueblo, recuerdos que van con nosostros siempre y que jamas olvidaremos.
Que bella es Guatemala
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