miércoles, 22 de julio de 2009

las vueltas en la ciudad


Uno se mueve de un lugar a otro, y siempre nos ubican para recoger al cliente en determinado lugar. Nuestros taxis siempre están a la orden del cliente y de la llamada, por supuesto.

Estaba cerca del aeropuerto y sólo pude ver aquella familia que subió feliz al carro. Yo me perdí ese viaje y me quedé esperando haber si me llamaban para el siguiente. Y nada.

La competencia que hay en el trabajo es enorme, imaginate que el otro día leía que ya hay servicio de taxi sólo para las mujeres; los taxis son conducidos por mujeres. Yo todavía no las he visto circular por las calles, pero sólo con eso, pues ya tenemos competencia, incluso un mensaje indirecto que nos dejan: es más seguro que viaje en un taxi para mujeres.

Dadas las circunstancias en este bendito país, pues me imagino que muchas mujeres optarán por este servicio.

Mi chance es ir y venir de un lugar a otro por esta bendita ciudad, me he fijado que la mayoría de carros, haber, mejor lo pinto así: de 10 carros (cualquier estilo, modelo), 9 llevan sus vidrios polarizados y solamente 1 va “destapado”, como el mío…

Te das cuenta de ese otro mensaje: nos estamos encerrando hasta en nuestro propio carro; ya no basta encerrarnos con la seguridad en la cuadra de la colonia, o a la entrada de la colonia, las cámaras que están por ahí, las alarmas, los pitos (gorgoritos)… y todo el tanate que estamos invirtiendo en “la seguridad”. Pues no hay duda, la seguridad es un negocio, y redondo… ¿quiénes serán los dueños de estas empresas?

Esos carros se imponen (sobre todo si son pick-ups), malaya si les reclamás algo; los taxistas llevamos la peor parte… con esto no te quiero decir que somos los mejores, algunos de nuestro gremio son imprudentes también… sino mirá mi “unidad de taxi”, ya tiene una caricia en el lado derecho, me lo hizo un taxista de la otra empresa. Por supuesto que el jefe me lo cobró… todo el tiempo te están regañando, para ellos (en este caso para el gordo y bigotudo ese que te dije) uno nunca hace nada bien, pero eso es otra historia.

Yo digo que deberían de prohibir esto de los vidrios polarizados. ¿Alguien sabe si hay propuesta de ley en esto? Un día de esos, me dijo una seño: “es que si la ven que va una sola es peligroso uste’…” qué lástima que esto sea así, de verdad…

¿No será mejor trabajar porque todos vivamos en una sana convivencia, armonía, paz? ¿Cuándo tuvimos eso –si es que lo disfrutaron nuestros abuelos, o nuestros antepasados años atrás- y lo perdimos? ¿Cómo vamos a recuperar esos lindos tiempos de tolerancia, respeto a la diferencia?

Mientras iba manejando y pensando en eso, me llamaron para ir a traer a un cliente en una colonia cercana. “estoy cerca” dije, y ruummmm me fui pa’ya’

- a sus órdenes, aquí estoy, ¿pa’ dónde van? Pregunté. Eran dos hermosas princesas.
- ¡¡¡Con nuestro papá, pero apúrele, porque hoy hacemos fiesta!!!

De repente pierdo y de repente gano, así es este trabajo…

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