jueves, 28 de octubre de 2010

sólo un día de los difuntos

- Como son las cosas verdad gente. Mientras nos preparamos para ir de visita al cementerio y estar con nuestros difuntos, sea nuestro abuelo, tío, tía, abuela, hermano, hermana, o del mismo vecino, o recordar al amigo aquel que "fue matado" -como dicen sus hijos- o amiga, pues nosotros nos estamos dando de zancaditas...

- Imagínese esto -me dijo- enseñándome algo de la prensa escrita.

- No mejor no mire, porque uste' va manejando, mejor se lo comento -corrigió este don-.

- Se están dando duro estos por el pisto, a ver quien se queda con la mejor tajada de dinero para eso de los barriletes en Sumpango. Si supieran que el sentido de los barriletes en aquellos años era para comunicarnos con nuestros antepasados; porque decían nuestros abuelos que así elevábamos el espíritu de ellos para hablar, celebrar, reír, recordar.

Recordé ciertamente de eso que nosotros hacíamos de patojos; les enviábamos telegramas (desde nuestros barriletes), para poder comunicarnos. Había creatividad en esa comunicación. Tanto barrilete, y expresado de distinta manera: una cometa, un farol, una llorona, una canasta, un barrilete (de todos los tamaños vos, vieras que chulada de barriletes hacíamos).

Y ahora dicen que está en peligro la tradición, porque además de ser "patrimonio cultural", pues que hay intereses en esta cosa de la tradición. La verdad no dejó de darme cierta rabia, un poco de viejo verde también, porque no hay que ser, creo que este país se merece algo más bonito que eso, la noticia dice que en este pais se siguen cometiendo asesinatos.

Te resumo el cuadro y de esta manera:

"violencia cobra vida de más de 5 mil personas,

442 eran menores de edad:

Enero: por arma de fuego (le querés poner vos el dato?) fueron-365- por arma blanca: 34 (entre hombres y mujeres)

Febrero: por arma de fuego 334 hombres y 31 mujeres; por arma blanca: 35

Marzo:

Abril:

Mayo:

Junio: por arma de fuego, por arma blanca...

Julio:

Agosto:

Septiembre:

Octubre: por arma de fuego… por arma blanca

Noviembre: ¿?

Más de cinco mil muertes. De enero al 17 de octubre del año en curso 5 mil 321 personas han muerto de forma violenta. Del total de víctimas 4 mil 656 son hombres; de estos 3 mil 632 fueron asesinados con arma de fuego, 293 con arma blanca y 731 fueron asfixiados, según cifras recopiladas por el Instituto Nacional de Ciencias Forense (INACIF)"*

*investigación: violencia en Guatemala, pág. 2 y 3, el periódico, lunes 25 de octubre de 2010.

- Sabe, -seguía comentando este don- me imagino ver en los barriletes las fotos de todos y todas las que han muerto en este año. Que el cielo se pinte de sus fotos, porque solo así talvez, levanten la mirada los que tienen esta responsabilidad de tanto daño que se ha cometido contra la población. Para los que han hecho este daño, vean su delito y talvez, solo tal-vez (lo dijo así muy separado y levantando un dedo), les de un poco de vergüenza y dejen de hacer daño… mucho daño.

Me imaginé ver en cada barrilete la foto de hombres y mujeres que nos ven desde lo alto y que nos dicen, ustedes pueden reconstruir un mejor país… en sus manos está cambiarlo. Obliguen a las instituciones y a las personas que en ella trabajen que actúen ya, que piensen en que podemos ser "ese Reino" que habló el "colocho aquel", o el morenazo.


No me imagino, aunque no sería extraño, que los partidos políticos patrocinen algunos barriletes, pero no para poner las fotos de todas y todos nuestros muertos, sino con los colores de su bendita mentira… malaya colores. Por lo menos voy a guardar la ropa que tengo de esos colores, no sea que me digan que estoy apoyando a uno de estos.

-Tendré que hacer muchos barriletes -le dije al don- porque tengo en mente a mis abuelos, a mis tías, a los amigos, amigas que murieron, a los que fueron masacrados y que no tienen ya a nadie que les mande un telegramita…

- Mejor mandemos el telegrama a la CC para que no se hagan los locos con todo lo de la justicia; sobre todo con el tema de la historia reciente, los que cometieron genocidio… y los que ahora matan el cuerpo, pero no pueden matar las ganas de vivir por un mejor país… a ellos es que debemos mandarles el telegrama: YA NO MAS MUERTE!!!

El don que iba conmigo, platicó de la responsabilidad que tenemos de la vida, de los jóvenes, porque no hay que ser uste' -decía- "Nos están matando a nuestros jóvenes, el futuro. Están robando la vida de cientos de talentos que pudieron haber llegado a ser grandes ciudadanos. Están aniquilando la esperanza de millones de guatemaltecos que día a día lloran la partida violenta de los seres queridos" (elperiódico, opinión, pág.23.28/10/10) leyó de su periodico que llevaba.

Se bajó del taxi, y me dijo, -de repente nos vemos otro día-. Pagó y se fue con su periódico debajo del hombro.

- Le llamo, para otro viaje, -alcancé a oír-. Agarré el timón, compuse mi gorrita y pasé cerca de èl, echándole un pitazo… levanté la mano para decirle adiós… le grite:

¡Ojalá no nos gane eso del día de todos los difuntos para todos los días, que sea sólo para este día de noviembre y no de todos los días!

- Así será viejo, -me dijo- y se fue desapareciendo de mi vista conforme yo iba manejando mi taxi…

domingo, 24 de octubre de 2010

una nueva casa

- Pues vieras vos, no ha sido fácil dejar la casa
- Ya, pero te irás acostumbrando, no?
- Bueno, la verdad se agradece porque ya no pagaré alquiler, y más bien me voy para cuidar esa otra casa. Tiene un montón de libros vos, dicen que van a dejar algunos, y yo me los voy a leer toditos vos.
- Ya ves! Y vos todo asustado en cómo vas a estar en esa casa; pero ¿por qué te vas a esa casa pues?

Así iban hablando dos señores que subieron al taxi. Pidieron la carrera de una dirección a otra, así que yo aproveché oirles lo que hablaban. En la radio sonaban algunas canciones tristonas; total, le puse más coco a lo que hablaban estos dos señorones.


- Ja! Hace cuatro años hice el cambio de casa. Esa vez solamente llevaba la ropa y una que otra cosa para ir pasando el día a día. Conforme fueron pasando los días y los años, me hice de unas cosas pero también viví muchas tristezas, emociones, soledades y problemas… Hubo un montón de gente que me ayudó en todos estos años; no se los puedo pagar porque estaré siempre en deuda con ellos y ellas. Algunos hasta se enojaron conmigo, porque de plano, les quedé mal o les falle vos.
- Ya, te entiendo, pero ¿querías estar sólo o no?
- La verdad no, estaba bien fijate. Bueno, eso según yo, pero parece que no era así del otro lado de la cama, parecíamos a aquella canción que dice "pingüinos en la cama". Eso fue hace mucho tiempo vos.
- De plano, y te tocó vivir solo pue
- Sí, pero hubo de todo en estos cuatro años, como te decía: sueños, alegrías, tristezas y tremendas depresiones. Siento que he cambiado, que ya no soy el mismo. Algo hizo que ya no sea el mismo de hace unos años.
- Pues uno cambia vos, claro que ya no somos lo mismo después de haber vivido lo que tuvimos. Pero estás contento porque, como vos decís, eso fue hace mucho tiempo. ¿cómo te conseguiste esa casa?
- Conseguiste será, no te digo pues, que no es mía, los patrones dicen que me la dejan, porque se van y quieren que yo se las cuide; eso en estos tiempos, pues se agradece vos. Así que voy a cuidarla para que cuando vengan ellos y quieran retomar su lugar, pues se los voy a tener bien cuidada, eso espero vos…
- Ah, pues sí, la tenés que cuidar como que fuera tuya vos.
- Yo digo que sí vos, por si acaso iré guardando lo que pagaba en alquiler de la casa que tenía, eso para hacerle los arreglos que vaya a necesitar esa casa. ¿Crees que es buena idea esa vos?
- Pues yo digo que si, porque siempre ayuda a tener contenta a la gente vos, siempre…

Estaba claro lo que hablaban estos dos señores. Malaya, empecé a hacer cuentas de cuántas familias no tienen casa en este país; cuántos viven en hacinamiento y en condiciones muy inhumanas. Me rasqué la cabeza, me compuse la gorra negra que llevaba puesta en esa cabezota y seguí manejando…


- Pero ahora no traés mucha cosa que digamos
- No, porque durante la semana me he ido llevando poco a poco las cosas que necesito. Algunas cosas que me quedan ya muy apretadas pues las he dejado.
- Sí verdad vos, cuando uno cambia de casa, pues le toca a uno escoger lo que realmente necesita. Aunque le guarda uno cariño a alguna de las cositas y siempre termina llevándoselas vos.
- Es cierto, pero yo soy de los que piensa que es mejor desprenderse de las cosas materiales, y que lo más importante es estar bien con uno mismo y otras pues se quedan en el recuerdo vos, en la mente, o en el corazón.
- Eso, estar bien con uno mismo
- Ya ves, dejo la tristeza, la soledad, las heridas y lo que fui, para reconstruir de nuevo la vida, mi vida
- Buen comienzo vos, buen comienzo, pero ya, prepará esa guitarra, porque estamos llegando a la nueva casa, tu nueva casa.
- Si vos, por lo menos nos echaremos unas canciones para emborrachar al corazón, ¿querés?

Pagaron y entraron a la casa; yo digo que era en ese lugar, porque dieron esa dirección para el viaje. El don iba con un su morral lleno de chivas, alcancé a verle unas flautas de madera, un pitizío (así le dicen en el salvador a ese muñeco), unas témperas, pinceles y un tablero de ajedrez. El otro don llevaba la guitarra en el hombro y un sombrero, de aquellos que se ven en mi pueblo; los que usa el pueblo.


Me fui para esperar el siguiente viaje, en el camino iba pensando en lo que este señor iba diciendo: le toco alegrías, tristezas, soledades. Vaya película que nos hacemos de la vida; cuántos aciertos y desaciertos no tenemos en este breve paso que hacemos en esta historia. Iba diciendo que comenzaba de nuevo -reconstruir de nuevo la vida-, y eso solo se puede hacer desde la experiencia. Ojalá le vaya mejor, ojalá y de repente me lo encuentre otra vez, aunque sea solo para oirle

De repente...

domingo, 10 de octubre de 2010

Pa' que no se nos olvide

Ahora si fue en serio; me he puesto a limpiar mi taxi: barrer, quitar toda la tierra que tenía; un poco de jabón y agua, y ya… ha quedado limpio. "Viejo pero limpio", decía aquel consejo. Secando el sillón de atrás estaba cuando se me ocurrió pegar, en la parte de atrás de las sillas delanteras, este texto que me encontré, o me mandaron… pues una de las dos. Lo pongo justo en ese lugar, porque mucha gente que se sube en el taxi no habla, por eso, al leer este mensaje de repente se rían, o de repente les entre las ganas de hablar sobre algunos de estos temas…

Esto es lo que dice:

"Pa’ que no se nos olvide!
Don Panchito es un personaje muy peculiar, tiene 98 años y todos los
días se toma su vaso de tequila. Radica en un municipio de Coahuila (o en alguna esquina de este bendito país), de donde es originario, así que su vocabulario es característico del lugar.


Un día le dijo a su nieto:

--Mire Jodido, le voy a dar 10 pinchis consejos pa' que viva bien,

(¡Véame a mí, que'stoy en la flor de la vida!):


1.- Agradezca por todo: No se queje.

¡DÉLE GRACIAS A DIOS QUE ESTÁ USTÉ AQUÍ, QUE SIGUE RESOLLANDO, porque a otra bola de pendejos, ya se los cargó la chingada!


2.- ¡Cuando pueda comer, COMA; cuando pueda dormir, DUERMA; cuando
pueda disfrutar, DISFRUTE; cuando pueda trabajar, TRABAJE; y si
todavía puedes echarse unos pinchis pedos, pos agradezca a Dios porque
tiene SALUD!

No se la pase quejando como niña: ¡Aayyy si hubieraaaa..!


3.- Si en la noche no puede dormir, cabrón, ¡Pos'párese y póngase a hacer algo! ¡¡Si usté se queda en la cama sólo va pensar puras pendejadas (si de por sí... )!!

4.- Los problemas grandotes, esos que'sque mundiales, (que el
calentamiento global, que la crisis financiera y esas cosas), ¡¡Máandelos a
la jodida!!

Usté no los va a arreglar (¡De todos modos ni les entiende, güey! ¡No
se haga pendejo!). Deje que otros cabrones los arreglen.

Usté ocúpese de los chiquitos, de esos que están en sus manos (cuidar
sus centavos, limpiar el cochinero que usté deja, enderezar a sus propios
chamacos).

Atienda ésos; los demás ¡¡A chingar a su madre!!

5.- Si le dan, agarre.

Todo lo que le den, ¡Agárrelo, aprovéchelo!

Así sea un chingadazo o una bolsa de dinero. Porque uno vive pensando que las cosas se las gana uno, pero no; usté no sabe de qué forma le llegan a veces ¡Solitas! ¡Así que usté agarre y no se apendeje!


6.- Pero no agarre lo que no es suyo.

Ni el machete, ni el caballo, ni la pistola, ni a la mujer de otro. Lo
ajeno respételo; es de otro.

¡Cada quien tiene lo suyo y lo que se merece! (piénselo, cabrón)


7.- Lo que haga, hágalo con ganas, con muchas ganas y harto gusto.
Hágalo bien o no lo haga. Olvídese de las envidias. Usté a lo suyo, porque no sabe cuándo va a valer madres con todo y chanclas...


8.- Cuídese de los cabrones y cuídese de los pendejos. Fíjese bien
como son: hay un chingo y se le van a acercar como moscas.

¡Conózcalos bien para que nunca sea como ellos!


9..- Nunca se preocupe por lo que usté no tiene o por lo que no pueda
comprar. ¡Cuántos cabrones que tienen todo el dinero del mundo están en el
bote o pegados a un aparato dentro de un hospital!

Usté tiene algo más valioso que ellos: su libertad y su salud. Esas
dos cosas ¡No tienen madre!


10.- Mande a chingar a su madre a la muerte.

Usté me entiende, ¿no? ¡Que sea ella la que se preocupe por no
podérselo llevar y no que sea usté el que se preocupe porque ella se lo quiera llevar a usté!

...ASI O MAS CLARO MIJO???"

qué te parece a vos?

Esto es sólo para invitarte a platicar en el trayecto del viaje. de repente...



lunes, 4 de octubre de 2010

el diario de septiembre

No se vayan a creer que he sido mal educado al no contarles sobre los viajes en el taxi. 'Es que'… -esas palabras -decía mi mama (sin acento porfa), así con su tono de sospecha- es porque estás preparando una mentira… y cabal, le atinaba la doñita. Pero no crean que voy a mentirles a ustedes. Me acordé de la frase por lo que empezaba a escribir… en fin, ya les contaré otro día como era mi querida madre, la doñita, cuando de mentiras se trataba la cosa...

Pues he estado de viaje estos días; y no se crean que estuve en el taxi; no, nada de eso, me ha tocado viajar en camionetas y microbuses. El taxi estaba en el hospital, reponiéndose de unas calenturas que le dio… se calentaba mucho el jodido. Es el carburador -dijo el mecánico-, se lo arreglo en tres días, es que hay mucho chance uste' -me dijo-; va pue, pero le pica, porque si no voy a perder a mis clientes. No, si el que está picado es este carburador y por eso calienta… porque bota todo el agua, lo que le da el equilibrio al bendito motor.

Qué cosas verda'. Cuando algo se pica, se calienta. Malaya, yo me sentí como maíz picado. No es regla general, solo le pasa al carburador. Pero como el jefe no quería que perdiera más tiempo, me mandó a conocer una parte del país… dijo que aprovechando que el taxi estaba en el taller, pues me tocaba irme en bus. Y de paso -me dijo -preguntá, a ver que piensa la gente de ustedes los taxistas...

Por cierto, debo agradecer a uno de mis cuates que cuando me vió todo dormitado en la terminal de buses, me ofrecio el servicio de lujo, y pues… la verdad, se duerme "calida'" en esos buses; ay! Cómo agradecí ese viaje… dormí como… no, si ni dormí -bueno, un poquitín- perdonarán mis lectores, pero es que traía encima un gordo -estaba bien dormido- me imagino que pensaba que yo era su colchon de agua. Una hora más de viaje y me aplastaba, de plano; menos mal que todo estuvo a tiempo, y terminé -todavía con eso- despertándolo para que me diera chance a salir del bus…

me acordé de mi mama (otra vez, sin acento porfis), porque si hay una cosa que me gusta más que todos los placeres de la vida, es el DORMIR. Sí, así como lo leen, porque ¿quién de nosotros, ahora de grande, no ha dormido 8 horas diarias, o 7 pues? ja!, porque si el día tuviera 28 horas, las 28 trabajaríamos. Es que somos "dialtiros" con el trabajo. Pero bueno, me acordé de esas dormidas que me daba de patojo: si me pasaba unos minutos, llegaba mi mama (ya saben), levantaba las sábanas y las chamarras y pum… dejaba ir el guacalazo de agua fría. Uy!, sentía aquel frío y me levantaba bañadito y de un tirón. Esas ganas del guacalazo tenía para con este don que venía ese día en el bus. Malaya de suertes que tiene uno, verda'?

Pero no les quiero desviar más de lo que quería contarles. Me enviaron por 15 días en bus y microbuses, y en mi equipaje, -si es que se le puede llamar así a los tres 'tanates' que andaba conmigo-, palabra que me dieron ganas de comprar un costal de nailon en el mercado, para echar todas mis cosas dentro y tirarlo sin ninguna pena en los buses, pero preferí apartar el tanate de la ropa, el del chance, y el de los libros: tres libros de geografía, dos de historia (yo me colé uno más de chistes… no te digo cuál era).

Día uno. Viajé todo el día. Dormí en casa de un cuate (con el de regreso, pues ya son dos días)
Día dos. Conocer las calles y avenidas, preguntar por direcciones, lugares turísticos, áreas no explotadas por el turismo local y el internacional.
Día tres. Me llamaron de la capi: ya está lista su nave. ah bueno, gracias, llego el fin de semana por ella. -Ala, no sea así uste', aquí tengo mucho chance y ya no hay espacio para otros carros, no podría mandar a un su cuate para que venga a traerlo. Lo que me faltaba me dije. Llamé al jefe y él mandó a traer el carro para dejarlo parqueado en su lugar de siempre.
Día cinco. ¿Qué comen aquí uste'? (comida pues, que se ha creído este baboso); cuál es la comida típica (aquí la pitza uste'. No te digo pues). Todo llega caro, yo por si acaso, me compraba una mi docena de guineos de seda, un mi bote de agua, unos mis aguacates y unas mis tortillas (todo es mío dijo el gato). Porque si gastaba en comedores, ya me imaginaba el grito del jefe: qué por qué tanta factura. Yo por si acaso mejor solo le entrego la factura de un tiempo de comida y ya, lo demás me lo espanto en la calle… un vaso de arroz con leche y unos panitos (mejor si es shequita), para el desayuno. Yo prefería el moshito, para tener algo más pesadito en la panza y aguantar para la hora de los guineos y aguacates del medio día… a veces me invitaba un conocido para la cena, y si no pues en ayunas.
Día cuatro. Me llamaron para reclamarme sobre la honestidad, la sinceridad, la verdad.
Día cinco. Todo maltratado el espíritu. Me apliqué rápido el método del "focusing" (yo lo escribo así como lo leí un día, hace mucho eso). ¿lo conocen? Ummm, sencillo. La vida es como un archivo que tiene muchas gavetas. Para resolver un problema, deben estar cerradas todas las gavetas y dejar abierta solo la que está causando el problema. Ya ven, lo que les decía, sencillo comprenderlo, pero ponerlo en práctica es otra cosa.
Día seis. No salí del hotel, me quedé todo el día leyendo, meditando, escribiendo y pensando en las cosas buenas o malas que uno hace. Escribí todo y luego lo quemé… pero aún así, me sentía en un gran tunel negro (como el libro de Sabato), solo que en este caso oía las palabras que me llegaban hasta lo más profundo de mis huesos, duelen: basura!
Día siete. Para distraerme un poco, salí a caminar en ese pueblo donde estaba, y me subí a un taxi. -lléveme al parque porfa, le dije- aprovechamos para platicar un poco, y le pregunté:

-oiga uste', que piensa la gente de ustedes los taxistas
- Ah, de todo uste'. Que somos mujeriegos, que no somos de fiar, que somos mala onda, unos imprudentes para manejar, machistas hasta la gran p… Así como le digo, de todo nos dicen uste'
- Si verda', le dije, pues vaya fama. Y será cierto todo eso?
- Pues todo junto, de plano que no. Una que otra cosa tenemos todos, pero para eso, no hay que ser taxista uste'. Porque también nosotros, así como nos ve de alegres, pues tenemos tremendas necesidades uste': llevar la comida a los hijos, ganar para comprar la gasolina y arreglar o comprar repuestos cuando este jodido se nos arruina, darle su mantenimiento y esas cosas; la pena de que el cliente que nos llevemos no nos robe. no, si para penas somos campeones, pero lo que le decía, sí tenemos alguito de todo, pero uste' cree que con todas esas penas que andamos, vamos a ser capaces de hacer daño.
- Pues de repente uste'
- Va, pero para cuando eso llega, lo mejor es pedir disculpas, no?
- Me quedo en esta esquina porfa. Pagué y me fui caminando.

Me fui a dormir bien entrada la noche. Esa noche mi propia sombra, que caminó conmigo en todo el trecho que hice al regresar al hotel, me espantó. Me le quise esconder, corrí para dejarla atrás y nada, seguía pegada a mi la babosa.

De repente hay que aprende a vivir o convivir con la sombra de uno, me dije. El cansancio me hizo dormir unas horas.

De repente les cuento otro día, los otros días que viví, pero será hasta otro día, cuando se suban a mi taxi...