Hay días en el que uno se despierta, como ahora a mí me pasa, “sentirme solo”, a pesar de estar en una belleza de lugar: el campo. Muy sólo amanecí hoy… y eso me deprime…
Vienen a mi mente las distintas situaciones de muchas personas que se sienten solas, y dan ganas de decirles que nos juntemos para encontrar soluciones a todos los problemas que tenemos. No sucede así, bueno casi no siempre es así. Hemos hablado muchas veces de la diferencia entre la soledad y el "sólo". Pero ahora mismo, me golpean estas dos palabras.
Hay personas que se sienten solas porque no tienen a sus papas, otras porque les dejó el novio o la novia, otras que los dejo el esposo o la esposa (los cambio por otro mejor…), otros porque les mataron a ese ser querido/a; otros porque los han alejado con puro chambre (mentiras) y engaño; otros porque sencillamente caen mal; otros porque no tienen trabajo; otros porque aún teniéndolo todo (poder, tener y placer) se sienten más solos; otros/as porque se están escondiendo; hay algunos que para no sentir esa soledad se hacen los valientes causando más dolor a los demás. Es como un círculo esto.
Habemos algunos que para espantar la soledad mejor escribimos, o hablamos con la naturaleza, o contemplamos a los animalitos, hablamos con las flores, o queremos sentir que estamos vivos aquí en la tierra y por ello pisamos fuerte y despacio el camino: “aquí estoy” le digo.
Me encuentro en una sociedad que se hace indiferente ante el dolor ajeno, es que no hay ni tiempo para aguantar el propio. Yo aunque me quiera hacer el loco de mi dolor, siempre me da la punzada ahí merito… respiro profundo y sigo sonriendo. Vuelvo a caminar en el bosque.
El trabajo me obligó a estar en este lugar. Bonito, como una especie de retiro y de reflexión… lo digno para pasar un tiempito, diría mi estimado. Desde aquí se proyecta el trabajo que se puede hacer con el pueblo. Es fresco, el aire de esta mañana pega como un auténtico respiro de vida: puro aire de campo.
Como me gustaría estar con mi familia aquí, fue la reflexión de la mañana. Y quizá esa es la sensación de tristeza y de soledad que siento. Sí, eso fue.
Puedo entender todo el dolor del pueblo: su impotencia ante la violencia, la impunidad, la corrupción, pero estando sólo no puedo ni mover la boca cuando se acerca el asesino, el manipulador, el traidor. Sobre todo este último, porque es tan sutil, tan elegante, tan parecido como a ella le gusta… y sólo puedo escupir mi rabia.
De repente en estos días de trabajo para el pueblo, me vienen otra vez las ganas de estallar de risa… de repente. Mientras tanto iré a pedir un café.
Que tengas bonito día pueblo!
Gracias por recordarte de aquel edificio viejo que tiene 43 pisos. Está apunto de caerse…espero que no! De repente reciba más huéspedes para no sentirse vacío y sólo.
Vienen a mi mente las distintas situaciones de muchas personas que se sienten solas, y dan ganas de decirles que nos juntemos para encontrar soluciones a todos los problemas que tenemos. No sucede así, bueno casi no siempre es así. Hemos hablado muchas veces de la diferencia entre la soledad y el "sólo". Pero ahora mismo, me golpean estas dos palabras.
Hay personas que se sienten solas porque no tienen a sus papas, otras porque les dejó el novio o la novia, otras que los dejo el esposo o la esposa (los cambio por otro mejor…), otros porque les mataron a ese ser querido/a; otros porque los han alejado con puro chambre (mentiras) y engaño; otros porque sencillamente caen mal; otros porque no tienen trabajo; otros porque aún teniéndolo todo (poder, tener y placer) se sienten más solos; otros/as porque se están escondiendo; hay algunos que para no sentir esa soledad se hacen los valientes causando más dolor a los demás. Es como un círculo esto.
Habemos algunos que para espantar la soledad mejor escribimos, o hablamos con la naturaleza, o contemplamos a los animalitos, hablamos con las flores, o queremos sentir que estamos vivos aquí en la tierra y por ello pisamos fuerte y despacio el camino: “aquí estoy” le digo.
Me encuentro en una sociedad que se hace indiferente ante el dolor ajeno, es que no hay ni tiempo para aguantar el propio. Yo aunque me quiera hacer el loco de mi dolor, siempre me da la punzada ahí merito… respiro profundo y sigo sonriendo. Vuelvo a caminar en el bosque.
El trabajo me obligó a estar en este lugar. Bonito, como una especie de retiro y de reflexión… lo digno para pasar un tiempito, diría mi estimado. Desde aquí se proyecta el trabajo que se puede hacer con el pueblo. Es fresco, el aire de esta mañana pega como un auténtico respiro de vida: puro aire de campo.
Como me gustaría estar con mi familia aquí, fue la reflexión de la mañana. Y quizá esa es la sensación de tristeza y de soledad que siento. Sí, eso fue.
Puedo entender todo el dolor del pueblo: su impotencia ante la violencia, la impunidad, la corrupción, pero estando sólo no puedo ni mover la boca cuando se acerca el asesino, el manipulador, el traidor. Sobre todo este último, porque es tan sutil, tan elegante, tan parecido como a ella le gusta… y sólo puedo escupir mi rabia.
De repente en estos días de trabajo para el pueblo, me vienen otra vez las ganas de estallar de risa… de repente. Mientras tanto iré a pedir un café.
Que tengas bonito día pueblo!
Gracias por recordarte de aquel edificio viejo que tiene 43 pisos. Está apunto de caerse…espero que no! De repente reciba más huéspedes para no sentirse vacío y sólo.
2 comentarios:
para esa soledad inevitable sólo puedo desearte paciencia.
y sabiduría para aprovecharla, de algún modo "disfrutarla".
para la otra, la remediable, nos tienes a los que te queremos:
tu familia y tus cuates.
por cierto, como te dije, ¡tu regalo se me va a caducar!
o peor; lo voy a abrir porque ES UNA TENTACIÓN, jeje.
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