sábado, 20 de junio de 2009

Golpe técnico


En estos tiempos de crisis, es enormemente contradictorio lo que está pasando con el futbol, deporte que inició del otro lado del mar y que sigue siendo, desde ese mismo lado del mar, el que nos da más sorpresas.

Sucede que ahora le pagan a los futbolistas millones de euros… ni te cuento cuánto será eso en quetzales. El fichaje de uno de esos es enormemente alto. Me quedé haciendo sumas con ese dineral que se transan por esos lares:

Con ese dinero pagaríamos a los maestros. Buenos maestros digo, los que van a trabajar y se ganan dignamente la “tortilla nuestra de cada día”, de los que se preparan a conciencia para ayudar a la comunidad educativa. Hubo un gobierno que dijo, hace muchos años eso, que “el maestro es la conciencia del pueblo” ¡Qué lejos ha quedado aquello!… de todos modos, saludo al MAESTRO que a deveras acompaña a su pueblo. De que los hay, los hay.

Con ese dinero que se pagan entre las “empresas futboleras” podemos tener mejor vivienda (digna); un pedacito de tierra donde sembrar nuestras matas de limón, o de naranja para prevenir la fiebre AH1N1… o que lo donen pues para comprar toda la medicina que las tremendas empresas van a cobrar para atender esta pandemia (ganancias jugosas, gracias al sacrificio de los desposeídos). Otra vez volvemos a ser experimento y nos ven solamente como potencial económico… para sacarnos más pisto pues.

Con ese dinero, Guatemala saldría de su deuda externa y no estarían heredando más a nuestros hijos y nietos la deuda, que gracias al enriquecimiento ilícito de los de corbata, pagaremos por siglos. Nada tiene que ver con los quinientos años de engaños, porque los mismos de aquí nos siguen engañando. Y nosotros los olvidamos fácilmente.

Te fijas pues, el traspaso que hacen de un jugador del tal club a otro club es de buen dinero. Por supuesto que en los nuevos coliseum del siglo XXI todos los espectadores van a pagar, darán al “panem circus” su cuota para los años venideros. Dichosos los europeos que tienen dinero para divertirse… si eso pasa con el fútbol… uff ¿qué más gustos no se pagarán?. Yo propongo una huelga: que nadie vaya al estadio por un año… sí, ya lo sé, es sólo un chiste.

Yo, por si acaso voy a ver los partidos de las tremendas copas, eso sí, si me da tiempo, porque pensándolo bien, ya no miraré más esos campeonatos, porque a mi también me dan un traspaso técnico para otra área de trabajo. Mi entrenador ya no cree que sea bueno para jugar (al estilo de él pues) y me manda a otro club… y yo como tengo hambre de chucho, no me queda más remedio que seguir, porque sino me quedo sin chance; porque sumado a mi condición y edad, prefiero seguir soñando y contagiando a la gente las ganas de trabajar el día a día pero siendo feliz.

Empieza una etapa de verdaderos sacrificios para mí, pero si no es así más tarde me van a llamar irresponsable, maldito… etc., que conste que no tiene nada que ver con “el qué dirán”. Sencillamente necesito trabajar.

A veces me dan ganas de botar al rey negro en la partida de ajedrez…
¿Por qué no fui el mejor jugador de futbol, me digo,
Por qué no fui un buen literato, me repito, hoy tendría el premio Nobel de literatura…
Por qué no fui un premio Nobel en medicina, me critico, para ayudar a mi gente… y no tengo necesidad de ir a cuba para hacerme medico. Ahí está el detalle, dice cantinflas…
Por qué no fui un buen maestro, me lamento…pero soy voluntario
Por qué no fui solamente un niño, y empiezo de nuevo a imaginarme otro país…?

… encuentro siempre una nueva jugada…

No siempre se gana. Otra vez me toca sacrificar a los que amo y no veo ganar nada. Sólo la sonrisa del técnico, que me dirá con su mirada y sonrisa: “yo siempre gano”.

De repente me retire, de repente…
¿Alguien me quiere fichar por 96, 000, 000,000?

No hay comentarios: