martes, 16 de junio de 2009

17 de junio


Lo que te voy a contar es cierto. Lo encontré sentado en un banquito de ahí, en la aldea.
con el calor que hace por esos lados, pues uno aprovecha el viento para refrescarse. Yo iba caminando con mis pantalones cortos, con unas mis sandalias y una playera bien floja, de color roja y con dibujos bien calida’. Lo saludé y como lo vi un poquín desanimado, pues me senté en el suelo para contarle algunos chistes…

Pero no tenía ganas de reirse y me contó:

“hoy me ha enviado un mensaje la mamá de mis hijos y dice que no tengo que decidir sobre la forma de educarlos y acompañarlos. Estoy triste “primo” (así me dice) porque para nada quiero el mal para mis hijos. Quiero lo mejor. Es una lástima que nos estoy con ellos y ahora me salen con esto... no me digás feliz día del padre, porque no lo estoy”. Me lo dijo casi gritando de rabia y le temblaba la voz.

Yo en parte, me sentí algo dichoso porque puedo estar con los míos, recibir sus caricias, revisar sus tareas, ver un rato de tele, leer y contarles chistes… eso no se lo podía decir a él. No le podía decir que los fines de semana salimos para la playa, que saltamos y jugamos hasta cansarnos; que la pasamos bien con los “agüelos”. No, no le podía decir eso a él que estaba muy triste, sentado en su banquito enfrente de la casa.

¿Te leíste a pedro páramo? Pues cabal, no había vida ahí en ese rato…sentíamos la muerte andando, mirándonos, colándose por entre las esquinas de la casa.

Sòlo le pude decir, que tenemos que ser agradecidos porque vivimos la experiencia de ser papás: algunos que tienen la dicha de tenerlos todos los días, pues que acompañen bien a sus hijos, a sus hijas. Que no hay recetas, lo importante es que no sufran los pequeños. Ellos tienen derecho a crecer, a jugar, a estudiar y, y, si algo, es fundamental, es que ellos o ellas, no deben ser golpeados ni por sus papás ni por ningún otro “cerote”. Lo dije así muy seguro de lo que sentía. Se me quedó mirando y me dijo, por ningún “pisado primo”.

Nos quedamos callados un gran rato los dos, sintiendo un poco el aire caliente que colaba en el corredor… y ya más tranquilo me dijo:

“tenés razón primo, creo que mientras estén buenos, mientras podamos platicar lo que queremos construir para nuestros hijos será más sano, y si el otro los cuida mejor que uno, pues que me queda…” y soltamos la carcajada.

Yo seguí caminando…la verdad, pensé ¿cómo se sentirán esos papás que golpean a sus hijos, o los que no dan nada de cariño, ternura, afectividad a sus hijos; los que les enseñan a robar; los que han abandonado a sus pequeños; los papás que abusan, sobre todo de sus hijas. –que mente tan cruel!-. Vino a mi mente aquel caso de la niña de 11 años que fue violada por su papá, la embarazo y la escondió en su casa hasta que diera a luz, y repitió por muchos años esta violación. ¿Y qué me decís de los que han matado a los niños que ven en la calle?

…Y pensé en este primo que sufría por no estar con sus hijos. Que contradicciones hay en la vida ¿no?. Los que tienen no dan, lo que no tienen quieren dar…

Me quedé parado en medio de la calle, y repensé: en este país somos ya 14 millones de habitantes. Imaginate que de esos unos 5 millones son papás. Muchos son papás desde temprana edad (15 años). ¿Cómo es posible que vivamos en una sociedad tan violenta? ¿qué es lo que falla?

Yo me resisto a decir FELIZ DIA DEL PADRE. No, no lo quiero decir… por lo menos hoy…
de repente sí pero parar el otro año.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Feliz día para todos los padres y que reciban muchas bendiciones hoy y siempre y ánimo para a quellos que por cualquier circunstancia estan lejos de sus peques.
Un abrazo pueblo y feliz día.