domingo, 27 de diciembre de 2009

mujer que camina

recordé esos tiempos bonitos, porque los hubo, pero ella se ha ido...

y de repente... me quedé solo

triste navidad


En esos viajes que uno hace de un lado para otro, me encontré regalando volantes para anunciar determinado producto, justo en plenas navidades. Había que trabajar y pues nos tocó hacerlo. Algunos me miraban con buena cara y otros ni se molestaban con tomar el bendito volante ese.
Estando en esa tarea, recordé a los cientos y cientos de personas que hay en todo el país, haciendo este mismo trabajo. De hoy en adelante tomaré todos los papeles que me den en la calle, porque significa un gesto de recibir el trabajo de alguien que lo hace cada día. Otra cosa será si me interesa o no el producto, pero esa es otra historia.

Sin embargo, estando en esas tareas, me avisaron que mataron a un amigo. El tema es cruel, lo esperaron cerca de su casa. Estuvo velándolo el sicario en la oscuridad, le acertó los tiros de bala para asesinarlo… y se perdió en la oscuridad nuevamente. Se lo tragó la noche.

Te imaginás eso en una noche, en una aldea, lejos de la ciudad. ¿cuándo se irá a investigar? ¿A quién culpar?
Y así se van cometiendo asesinatos en este bendito país, dejando a muchas familias desamparadas, viudas, hijos pequeños. Es un tanate de dolor, de rabia, de impotencia.

Recordé al amigo que caminaba dos horas de su aldea para la carretera, con los pies enlodados, se cambiaba las botas de hule y se ponía sus zapatos. En el pueblo lo esperaban para estudiar. Y así fue hasta que logró terminar sus estudios y graduarse de "perito contador". Estudiaba para cambiar un poco la pobreza de su familia, para ayudar a sus hermanos, para vivir de manera digna.

Por qué existen las armas?
A pesar de que en este país, existe una ley de armas, circulan por el país miles de armas sin licencia, o permiso como le dicen. La vida es ya una ganancia en esta esquina de país…

Cambiará algo si denunciamos y exigimos que se haga investigación de tantos casos de violaciones que se han cometido en este país. Mientras tanto, encenderé mi candelita, con su luz pediré claridad y un nuevo amanecer.

De repente se me pase mi rabia, de repente...

lunes, 9 de noviembre de 2009

1 de noviembre



Día de los santos y día de los difuntos.

Me recuerdo que cuando éramos patojos, nos subíamos a los techos de la casa, esas casas de adobe y teja. Buscábamos la madera más seca para hacer las varitas que servirían para hacer nuestros barriletes.

Compramos el papel china para hacer los más hermosos barriletes, preparábamos el pegamento llamado “engrudo”, y eso era aprovechando a escondidas el fuego de la cocina de mamá. Nos pasábamos las manos por la nariz para limpiarnos los mocos…

Yo digo que ese fue nuestro “kinder”: Aprendimos a cortar, a pegar, a armar el barrilete, hacer figuritas… y conforme fuimos creciendo, pues los barriletes también se hacían más grandes.

Cuando aquella belleza salía, con retazos de tela para la cola del barrilete, nos íbamos al sitio para “encumbrarlo”. Tremendos aires que hacía en aquellos años.

Otros días, con las ganas de volar ese barrilete corríamos de calle en calle para verlo elevarse por los cielos… a veces corríamos en la misma dirección del aire… eso sí, bien organizados en los turnos para correr todos detrás de aquel barrilete.

No dejábamos en paz al barrilete, se quedaba con nosotros a la par de la cama… y en el sueño también “nos elevábamos” con nuestro barrilete. El pobre barrilete, cuando se quebraba una de las varitas, la remendábamos con mucho cariño… hasta que se terminaba de romper…

Tiempos aquellos. Ahora que regresé a mi tierra, ví que ya casi no se hacen los barriletes. Ahora se compra en las tiendas. “Hecho en china”, dice… Los encontrás de distintas formas: pájaros, águilas, personajes de los “comics”… el hombre araña… de todo, pero venidos “de la china”

Aquello que servía para comunicarnos con nuestros difuntos, para elevar una oración… ha cambiado mucho.

Me dio tiempo para visitar a los “agüelos, tíos, hermanos” que están enterrados en esas tumbas del cementerio. Con todos los patojos de aquellos años nos juntamos para saludarnos. Muchos de ellos son ya un barrilete para nosotros “se elevaron al cielo” antes que nosotros.

Por lo menos una vez al año, nos vemos en el cementerio…mientras, los barriletes chinos están dando vueltas en el aire…

De repente te gustan a vos también, de repente…yo prefiero los barriletes hechos en casa...

jueves, 22 de octubre de 2009

20 de octubre: construir la nación


En taxi, haciendo viajes de un lugar para otro de esta bendita "siuda", entre esos tantos "ires y venires", hice la carrera para dos jóvenes que me esperaban en su casa de la zona 18. Comentaban en el taxi:

- Hace 65 años fue el comienzo de algo que en la cabeza de distintos líderes se fue forjando como el deseo de “construir” una nación con equidad e igualdad en la ciudadanía.

- A ver cuánta gente va a participar en esta marcha de hoy…

La ciudad amaneció con un clima agradable, el calor se iba levantando poco a poco de su sueño… se sacudía en medio de los carros, motos, camiones y gente que iba corriendo para algún lado, o para el mercado. No hay duda, la ciudad estaba en movimiento.

-¿cuántos paisanos tendrán conciencia de lo que significó este día? –seguían comentando-

- De repente miles vos, solo que con su trabajo de cada día, pues no podrán estar en la marcha.

- Ya vas, pero si hoy es feriado, y no estaría mal que se sumen a esta caminata…aunque hay algunos que aprovecharon estos días para salir de vacaciones a la playa…

La gente se reunía, yo no pude ir, porque estaba trabajando, pero me atreví a comentarles a los dos patojos:

- Creo que aquel sueño, o futuro significó un gran paso para este país. Quizá el único en su momento histórico, en el que se dejó fuera lo de las izquierdas y derechas para caminar juntos. Eso es algo que no debe olvidarse…

- Pues sí, nosotros por lo menos hemos ido leyendo poco a poco la historia y esto fue un gran avance…

-Bueno –dijo el otro muchacho- una cosa es el sueño y otra en la planificación de cambios sociales, sino miren como estamos a nivel de educación.

Me preguntaba yo cuáles serían las prioridades para hoy. Hay necesidad de infraestructura en todos los ámbitos: la escuela, la salud, la comunicación vial, etc, etc.

Hay más desigualdad, pobreza y hambre en este país. La apuesta por superar el analfabetismo era ya un buen comienzo; romper con las dictaduras era otra lección; mejor atención a los trabajadores un avance, ya que se quitaba el trabajo obligatorio y, el tema más duro de roer: la reforma agraria…

Los pasos de un 20 de octubre, son como mirarse en el espejo, descubrir que te estás haciendo viejo, pero que con experiencia y, es el momento de dejarle el paso a los más jóvenes para que empiecen a aportar, eso creo yo es el desafío más grande en una sociedad de múltiples expresiones y experiencias.

A releer la historia patojos… de repente contagian a otros más chavos, necesitamos reconstruir este país…
ese día me fue bien en mi taxi, le entregué bonito billete al jefe. lo triste fue ver en la televisión, en el noticiero de la noche, una pregunta que lanzaban así como "con dedicatoria" decimos aquí: "está usted de acuerdo con las manifestaciones en la ciudad... si o no" por supuesto que nos da lectura para mucho; algunos votaron por el no y otros por el sí. ese es un ejemplo de cómo se criminalizan las manifestaciones decían algunos grupos días después...
de repente me dije... de repente seguiremos caminando con el pueblo.

domingo, 4 de octubre de 2009

viaje hacia el occidente

Mientras iba manejando mi taxi (mi, es un decir, porque el carro está a nombre de la empresa, del señor aquel…) iba recreando el paisaje de aquellos años atrás, los de mi niñez y juventud…

La belleza que ha tenido la naturaleza, el ser humano la ha modificado mucho, la ha ido desapareciendo poco a poco en nombre del progreso y desarrollo.

Recuerdo cuando se estaban arreglando esta carretera, las grandes colas que se hacían; y como siempre, las camionetas se te metían con toda impunidad… “reflejo de la anarquía” que caracteriza a algunos. Humazón y contaminación de todos lados…

Pasábamos por estas montañas en aquellos años y mirábamos los pinos, los cipreses, la neblina espesa, las ovejas pastando por los campos, los niños y niñas bien chapuditos de los cachetes –puras manzanas rojas- , el tremendo frío que caracteriza al occidente. Los señores caminando con su carga de leña… aves volando de un lado para otro.

Ah!, años aquellos. Sentir el frío que te cala en los huesos, la tembladera que da en el cuerpo, obligado a parar por “los encuentros” para tomar un chocolate caliente y comer una shequita.

El ayer y el hoy se me cruzan por la memoria, lo siento en el cuerpo y lo vivo en el recuerdo… me da nostalgia.

Mientras tanto, caos de carros en este cruce. Busco algo de música en la radio y nada… está lleno el dial de puras radios evangélicas, mensajes de conversión, de pecado, de culpa, de… lo que me faltaba, no sólo me siento culpable de no sé qué y esto... Miré algo de mi música trova:

Un homenaje a la que me hizo “volver a los 17”, la voz hermosa de la negra, la inmortal… en paz descanse. Ella seguirá viva por su canto, su voz… su compromiso con el pueblo…y todos los que hemos cantado sus canciones, porque yo, aunque no me creas, en mi taxi canto todas sus canciones...

Los vehìculos quedaban chiquitos ante este inmenso paisaje… viajar a la capital era un lujo. La primera vez que viajé tenía 10 años. Esa vez estrené camisa amarilla floreada y un pantalón campana, estaban de moda en aquellos años. El pantalón era celeste y tenía una cuchilla en el ruedo de color mostaza. ¿Te reís de mi verdad? Era distinguido en esos años (color "chinga la vista", dicen los cuates), pero por el color que llevaba…viajaba sentado en las piernas de mamá, porque sino me tocaba pagar. Bueno, pagaba ella.

Este viaje de la capital para el occidente es como un retroceso… regresar a lo que fui, o mejor dicho, de donde salí y soy ahora; después de la voz de la negra, me recordé de esa canción de … “cuánto perdí…cuánto logré… que cosas me han de doler…”

-no se preocupen señores, esta carretera es segura, les decía
-nos dijeron que en estos lugares hay mucho peligro, decía el turis este…
-pues debe ser, corremos peligro cuando vemos que las quichelenses se le avientan a uno…
-¿quién es ese grupo? Preguntó desconcertado el turista.
-son las camionetas que vienen del departamento de el Quiché. Se le dejan venir a uno, o en su caso como la que nos pasó pegadito en la subida… como que ha recibir herencia va…
- tremendo, tremendo… es imprudencia. En mi país ya le hubieran quitado puntos, remató.
- malaya, le contesté, aquí les dan puntos… porque ni la poli hace nada, ni la gente les dice nada… todos llevan prisa y no les importa atropellar al otro, al que se atraviese, pero cuando a uno le toca… ummm..., ((hay imprudencias de la gente también) somos capaces de lo impensable para el otro. Me recordé lo vivido en un 10 de octubre, hace pocos años: le debo la vida.

en fin, nos fuimos hablando de la comida, de los trajes, del idioma, de la historia de cada pueblo, de lo que fue ayer y como está ahora… de repente te lo cuento…

De repente vas a conocer la historia de estos pueblos…mientras, te dejo con este homenaje...

miércoles, 22 de julio de 2009

el viaje

Hoy me dijeron que se hacía un pequeño cambio en la ruta del cada día. Te vas de viaje para el occidente, me dijeron.

- ¿te podés ir al interior? Me preguntó el jefe.
- Pues yo digo que sí, le contesté. Al fin y al cabo que él sabe que soy del occidente.
- Te vas mañana temprano, llevas a unos turistas con vos; allí en la bolsa hay unos mapas, y te podés fijar en uno que otro lugar para enseñarles… entre todos los trabajadores (remató) te mando a vos, porque por lo que he oído sabés un poquito más de tu país, de tu gente, y no que los otros…(sonó a burla lo que dijo de mis paisanos)
- Ah, pero si me da chance, también les puedo enseñar a ellos que conozcan y amen su país, le contesté con un poco de picardía.
- No te pasés de listo pues, por ahora a seguir trabajando en la ciudad…por cierto, ¿dónde estás ahora?
- Por el porvenir de los obreros, le contesté
- “Ah va, atento a las llamadas pues”… otras veces me dice: “vale, vale”

Seguí avanzando lentamente, como esperando que algún conocido me hiciera el alto y así poder llevarlo. Me dieron ganas de llevarme a aquel anciano que vi caminando lentamente, pero no podía porque si me cachan, pues me lo cobran, o me despiden…

- al diablo, dije. Si me lo cobran, que me lo cobren.

Pero luego pensé

- y que tal si este anciano me dice, déjeme que voy a mi bola… ¿o si le inspiro miedo y desconfianza? ¿Y en eso grita y llama a la policía?!!

Mejor seguí avanzando por la segunda avenida de la zona 1. Atento al radio del taxi. Qué chilero se siente mirar a la gente de la ciudad: Caras alegres, otras caras preocupadas, otros con desconfianza… yo por si acaso, miro a las mujeres. Malaya, qué bonitas son, pero más malaya, ni tiempo tengo para ellas… mejor sólo las miro.

¿No te has fijado que en Guatemala hay mucha juventud? La mayoría de gente que miro caminar, correr, son jóvenes…

De repente me sentí joven… y también caminé un rato con ellos… no me sentí solo este día.

las vueltas en la ciudad


Uno se mueve de un lugar a otro, y siempre nos ubican para recoger al cliente en determinado lugar. Nuestros taxis siempre están a la orden del cliente y de la llamada, por supuesto.

Estaba cerca del aeropuerto y sólo pude ver aquella familia que subió feliz al carro. Yo me perdí ese viaje y me quedé esperando haber si me llamaban para el siguiente. Y nada.

La competencia que hay en el trabajo es enorme, imaginate que el otro día leía que ya hay servicio de taxi sólo para las mujeres; los taxis son conducidos por mujeres. Yo todavía no las he visto circular por las calles, pero sólo con eso, pues ya tenemos competencia, incluso un mensaje indirecto que nos dejan: es más seguro que viaje en un taxi para mujeres.

Dadas las circunstancias en este bendito país, pues me imagino que muchas mujeres optarán por este servicio.

Mi chance es ir y venir de un lugar a otro por esta bendita ciudad, me he fijado que la mayoría de carros, haber, mejor lo pinto así: de 10 carros (cualquier estilo, modelo), 9 llevan sus vidrios polarizados y solamente 1 va “destapado”, como el mío…

Te das cuenta de ese otro mensaje: nos estamos encerrando hasta en nuestro propio carro; ya no basta encerrarnos con la seguridad en la cuadra de la colonia, o a la entrada de la colonia, las cámaras que están por ahí, las alarmas, los pitos (gorgoritos)… y todo el tanate que estamos invirtiendo en “la seguridad”. Pues no hay duda, la seguridad es un negocio, y redondo… ¿quiénes serán los dueños de estas empresas?

Esos carros se imponen (sobre todo si son pick-ups), malaya si les reclamás algo; los taxistas llevamos la peor parte… con esto no te quiero decir que somos los mejores, algunos de nuestro gremio son imprudentes también… sino mirá mi “unidad de taxi”, ya tiene una caricia en el lado derecho, me lo hizo un taxista de la otra empresa. Por supuesto que el jefe me lo cobró… todo el tiempo te están regañando, para ellos (en este caso para el gordo y bigotudo ese que te dije) uno nunca hace nada bien, pero eso es otra historia.

Yo digo que deberían de prohibir esto de los vidrios polarizados. ¿Alguien sabe si hay propuesta de ley en esto? Un día de esos, me dijo una seño: “es que si la ven que va una sola es peligroso uste’…” qué lástima que esto sea así, de verdad…

¿No será mejor trabajar porque todos vivamos en una sana convivencia, armonía, paz? ¿Cuándo tuvimos eso –si es que lo disfrutaron nuestros abuelos, o nuestros antepasados años atrás- y lo perdimos? ¿Cómo vamos a recuperar esos lindos tiempos de tolerancia, respeto a la diferencia?

Mientras iba manejando y pensando en eso, me llamaron para ir a traer a un cliente en una colonia cercana. “estoy cerca” dije, y ruummmm me fui pa’ya’

- a sus órdenes, aquí estoy, ¿pa’ dónde van? Pregunté. Eran dos hermosas princesas.
- ¡¡¡Con nuestro papá, pero apúrele, porque hoy hacemos fiesta!!!

De repente pierdo y de repente gano, así es este trabajo…

miércoles, 8 de julio de 2009

la carrera



-En la vida se pueden sustituir las cosas, los trabajos, pero sustituir a las personas, el cariño de un papá… no sé, contesto él.

Iban en el taxi, les oía contando soledades, madurez o inmadurez –si se puede llamar así- a lo vivido, lo que les espera en los próximos meses de compartir, de trabajar, de entregarse a los demás. .. y se quedaron callados.

“Salga por la san Juan, porfa” me dijo “y se mete por la ciudad de plata, ahí vivo”…
“a sus órdenes” contesté.

Interrumpió el silencio y dijo:
-¿por qué sentís celos?
-no sé, contestó. Creo que es sólo la impotencia de no poder disfrutar con tus hijos como quisieras, sólo los ves por ratitos y de ahí nada más… de repente es mejor dar calidad de tiempo, se contestó con un nudo en la garganta.

Yo te lo digo, porque al cruzar la esquina, cabal la luz de la calle, le dio en el pescuezo, y con el espejo de dentro, le vi la manzana de adán… se puso grueso y lentamente bajó el trago amargo de la soledad…

-¿Pero no te parece que si tus hijos quieren y se sienten queridos por él, por qué ibas a causarles daño?

-Pues si es así, me parece que ya me ganaron hasta en eso…para nada pretendo causarles daño, contestó. Sólo voy a ser responsable en la parte económica, y a gastarme en el trabajo por eso, porque para lo demás… ya perdí.

Me dio pena oír eso, pero por mi mente vinieron todas las historias de papás que conozco. Hay algunos que les vale estar atentos por sus hijos, los que van dejando hijos por ahí; los que golpean a sus hijos, o los maltratan, abusan, pegan…
Este trabajo de taxista que tengo es super grueso, me entero de cosas alegres, tranzas de la gente (de cualquier tipo) o de cosas tristes y dolorosas a veces, como el de ahora…a veces me da miedo.


-No sólo no tengo ya familia, estoy casi a punto de perder el trabajo, y es más me han cambiado definitivamente, porque el nuevo estadio de trabajo no me permitirá compartir mucho con mis hijos… así que volví a perder. Cuando consulté si era conveniente hacer el cambio, me dijeron que lo más importante es el trabajo… “vete” (se oyó desde dentro).

-¿y qué hiciste?
-Encogí mi cola y salí triste.
¿Has visto alguna vez a un chucho de la calle?
Pues sí, así me sentí ese día. Si iba caminando por la acera, me pateaban y echaban.. “quítate, shuco” y me miraban con odio; si iba en medio de la calle, los carros me pitaban o pasaban empujándome… “¡perro de mierda, salíte del camino!” me pasaban gritando. Los niños que estaban en los comedores de la esquina se reían de mí, comían y comían, haciéndome caras, pero nadie me dio un pedacito… menos mal no tenía hambre. Ese día sólo quería buscar un monte, subirme, con fuerza y desde dentro aullar… ¿te imaginás ese cerro, desde donde podés ver la ciudad? Conozco un lugar así, remató con suavidad…

Tuve que interrumpir la tremenda anécdota del señor, y les dije: “llegamos señores…”

-gracias, aquí me quedo yo, el señor sigue… me llamás cuando llegués…
-no te preocupés, yo pago…

-Siga por favor, me dijo
-¿A qué dirección señor? Le pregunté
-¿Puede llevarme a un cerro que conozco? Me dijo… de repente le guste oír a un perro que aúlla por esos lares, y póngame algo de música, de cualquier radio…

Sí señor, contesté, de repente me guste oír a ese perro.

Pisé el acelerador y salí de la ciudad de plata… rumbo al cerro…

jueves, 2 de julio de 2009

taxista

Después de haber presentado mi cv a distintas instituciones, me he quedado con la única que me llamó: la empresa de taxis.

Pues con todas los referencias del caso, porque llamaron a mi antiguo jefe.
Y cómo es él,
En qué lugar lo conoció
De dónde es…

…Y luego la entrevista.

Arreglada la situación de las ventajas y desventajas, acepté ser chofer de taxi.

-¿Y cuál es la ruta que me toca? pregunté.

-¿Conoce la ciudad?, me dijo el jefe (gordo y bigotudo…parece que no es de aquí)

-Un poco, contesté.

-Pues… le toca ir dónde le llamen…

-Ah, y por favor quítese esa boina que lleva puesta; se peina bien, camisa y pantalones bien planchaditos, mejor si lleva corbata, y esta es su chumpa…(por lo grande creo que solo me voy a poner un ratito esa chumpa).

-Puedo llevar ropa bien planchadita, corbata y la respectiva chumpa roja que me da, pero permítame llevar mi boina, le respondí…

Ve, que …., pues no señor!!!

Te imaginás con corbata me voy a ver más cachetón; para evitar la boina, me conseguiré otro sombrerito, de esas que usan los taxistas. ¿Sabés cuáles son?... pues ya me vas a ver…

Así que la boina sólo la llevo puesta cuando estoy en la casa. Pero estoy feliz, porque me dan un carro (casi nuevo) con su número “666” (sí, yo también me asusté cuando vi el número, pero que me queda, ese me toca). Me toca juntar lo del día y entregarlo enterito, a cambio tengo para pagar la escuela de los patojos y lo necesario para seguir viviendo.

De repente te cuento “lo que es” el nuevo trabajo, de repente… mientras espero que llamen para ver quién necesita una “carrera”… (Así le decimos al servicio de taxi)



lunes, 29 de junio de 2009

llorar

Después de hablar aquella vez...
Anoche lloré amargamente. Recordé todo lo que hice. A veces pienso que pude ser mejor, pero no sé que es ser mejor, ni cómo. Porque no se vale comparar a las personas, digo yo. Pero yo lloré otra vez:

“Este es mejor que vos”, sonó la sentencia; “me quiere, me escucha, me da mi lugar” fue como un cubetazo de agua fría…

Total, después de llorar me limpie la cara y me fui a dormir. Al siguiente día, camino al trabajo, iba muy relajado, tranquilo y feliz. ¡Qué tonto me dije!

No puedo echarme todas las culpas todos los días… ¡necesito vivir!


¿Quién no ha llorado en la vida?

¿Te imaginás cómo sería si todos lloráramos al mismo tiempo? Pues sería como la lluvia que cayó esta tarde. Lluvia que traía aire, fuerza, y venía caminando de lado (caían las gotas de lado… te das cuenta, la lluvia no cae en vertical; inclinada nos cayó esta vez, es decir, nos mojó):

Lloran los que sufren los golpes de la vida, cualquier golpe sea… (Hace tu lista)
Lloran los que luchando cada día sobreviven con su trabajo…
Lloran los que aún teniendo sueños por un mejor país no logran ver esa bonita mañana fresca…
Lloran los que todavía no saben en dónde quedaron sus seres queridos, a los que desaparecieron…
Lloran los que en el basurero aquel de la zona 3, perdieron a sus papás y se han quedado solos.
Lloran los que reclaman que en este país no se mate, que no se asesine a más personas
Lloran los que ven como se manipula la justicia…
lloramos un 30 de junio, fecha para no llamarle más así... debería ser el día de la memoria, de los miles y miles que murieron...

Lloramos, lloramos… y nos limpiamos, levantamos la mirada y seguimos caminando.

Yo digo que llorar cae bien, es como el baño que se da el cuerpo, para quedar limpio otra vez. Como que le da fuerza a uno, para agarrarse duro a la vida… y nos ponemos otra vez más duros y viejos.

De repente vamos a llorar juntos, de repente…


sábado, 20 de junio de 2009

Golpe técnico


En estos tiempos de crisis, es enormemente contradictorio lo que está pasando con el futbol, deporte que inició del otro lado del mar y que sigue siendo, desde ese mismo lado del mar, el que nos da más sorpresas.

Sucede que ahora le pagan a los futbolistas millones de euros… ni te cuento cuánto será eso en quetzales. El fichaje de uno de esos es enormemente alto. Me quedé haciendo sumas con ese dineral que se transan por esos lares:

Con ese dinero pagaríamos a los maestros. Buenos maestros digo, los que van a trabajar y se ganan dignamente la “tortilla nuestra de cada día”, de los que se preparan a conciencia para ayudar a la comunidad educativa. Hubo un gobierno que dijo, hace muchos años eso, que “el maestro es la conciencia del pueblo” ¡Qué lejos ha quedado aquello!… de todos modos, saludo al MAESTRO que a deveras acompaña a su pueblo. De que los hay, los hay.

Con ese dinero que se pagan entre las “empresas futboleras” podemos tener mejor vivienda (digna); un pedacito de tierra donde sembrar nuestras matas de limón, o de naranja para prevenir la fiebre AH1N1… o que lo donen pues para comprar toda la medicina que las tremendas empresas van a cobrar para atender esta pandemia (ganancias jugosas, gracias al sacrificio de los desposeídos). Otra vez volvemos a ser experimento y nos ven solamente como potencial económico… para sacarnos más pisto pues.

Con ese dinero, Guatemala saldría de su deuda externa y no estarían heredando más a nuestros hijos y nietos la deuda, que gracias al enriquecimiento ilícito de los de corbata, pagaremos por siglos. Nada tiene que ver con los quinientos años de engaños, porque los mismos de aquí nos siguen engañando. Y nosotros los olvidamos fácilmente.

Te fijas pues, el traspaso que hacen de un jugador del tal club a otro club es de buen dinero. Por supuesto que en los nuevos coliseum del siglo XXI todos los espectadores van a pagar, darán al “panem circus” su cuota para los años venideros. Dichosos los europeos que tienen dinero para divertirse… si eso pasa con el fútbol… uff ¿qué más gustos no se pagarán?. Yo propongo una huelga: que nadie vaya al estadio por un año… sí, ya lo sé, es sólo un chiste.

Yo, por si acaso voy a ver los partidos de las tremendas copas, eso sí, si me da tiempo, porque pensándolo bien, ya no miraré más esos campeonatos, porque a mi también me dan un traspaso técnico para otra área de trabajo. Mi entrenador ya no cree que sea bueno para jugar (al estilo de él pues) y me manda a otro club… y yo como tengo hambre de chucho, no me queda más remedio que seguir, porque sino me quedo sin chance; porque sumado a mi condición y edad, prefiero seguir soñando y contagiando a la gente las ganas de trabajar el día a día pero siendo feliz.

Empieza una etapa de verdaderos sacrificios para mí, pero si no es así más tarde me van a llamar irresponsable, maldito… etc., que conste que no tiene nada que ver con “el qué dirán”. Sencillamente necesito trabajar.

A veces me dan ganas de botar al rey negro en la partida de ajedrez…
¿Por qué no fui el mejor jugador de futbol, me digo,
Por qué no fui un buen literato, me repito, hoy tendría el premio Nobel de literatura…
Por qué no fui un premio Nobel en medicina, me critico, para ayudar a mi gente… y no tengo necesidad de ir a cuba para hacerme medico. Ahí está el detalle, dice cantinflas…
Por qué no fui un buen maestro, me lamento…pero soy voluntario
Por qué no fui solamente un niño, y empiezo de nuevo a imaginarme otro país…?

… encuentro siempre una nueva jugada…

No siempre se gana. Otra vez me toca sacrificar a los que amo y no veo ganar nada. Sólo la sonrisa del técnico, que me dirá con su mirada y sonrisa: “yo siempre gano”.

De repente me retire, de repente…
¿Alguien me quiere fichar por 96, 000, 000,000?

martes, 16 de junio de 2009

17 de junio


Lo que te voy a contar es cierto. Lo encontré sentado en un banquito de ahí, en la aldea.
con el calor que hace por esos lados, pues uno aprovecha el viento para refrescarse. Yo iba caminando con mis pantalones cortos, con unas mis sandalias y una playera bien floja, de color roja y con dibujos bien calida’. Lo saludé y como lo vi un poquín desanimado, pues me senté en el suelo para contarle algunos chistes…

Pero no tenía ganas de reirse y me contó:

“hoy me ha enviado un mensaje la mamá de mis hijos y dice que no tengo que decidir sobre la forma de educarlos y acompañarlos. Estoy triste “primo” (así me dice) porque para nada quiero el mal para mis hijos. Quiero lo mejor. Es una lástima que nos estoy con ellos y ahora me salen con esto... no me digás feliz día del padre, porque no lo estoy”. Me lo dijo casi gritando de rabia y le temblaba la voz.

Yo en parte, me sentí algo dichoso porque puedo estar con los míos, recibir sus caricias, revisar sus tareas, ver un rato de tele, leer y contarles chistes… eso no se lo podía decir a él. No le podía decir que los fines de semana salimos para la playa, que saltamos y jugamos hasta cansarnos; que la pasamos bien con los “agüelos”. No, no le podía decir eso a él que estaba muy triste, sentado en su banquito enfrente de la casa.

¿Te leíste a pedro páramo? Pues cabal, no había vida ahí en ese rato…sentíamos la muerte andando, mirándonos, colándose por entre las esquinas de la casa.

Sòlo le pude decir, que tenemos que ser agradecidos porque vivimos la experiencia de ser papás: algunos que tienen la dicha de tenerlos todos los días, pues que acompañen bien a sus hijos, a sus hijas. Que no hay recetas, lo importante es que no sufran los pequeños. Ellos tienen derecho a crecer, a jugar, a estudiar y, y, si algo, es fundamental, es que ellos o ellas, no deben ser golpeados ni por sus papás ni por ningún otro “cerote”. Lo dije así muy seguro de lo que sentía. Se me quedó mirando y me dijo, por ningún “pisado primo”.

Nos quedamos callados un gran rato los dos, sintiendo un poco el aire caliente que colaba en el corredor… y ya más tranquilo me dijo:

“tenés razón primo, creo que mientras estén buenos, mientras podamos platicar lo que queremos construir para nuestros hijos será más sano, y si el otro los cuida mejor que uno, pues que me queda…” y soltamos la carcajada.

Yo seguí caminando…la verdad, pensé ¿cómo se sentirán esos papás que golpean a sus hijos, o los que no dan nada de cariño, ternura, afectividad a sus hijos; los que les enseñan a robar; los que han abandonado a sus pequeños; los papás que abusan, sobre todo de sus hijas. –que mente tan cruel!-. Vino a mi mente aquel caso de la niña de 11 años que fue violada por su papá, la embarazo y la escondió en su casa hasta que diera a luz, y repitió por muchos años esta violación. ¿Y qué me decís de los que han matado a los niños que ven en la calle?

…Y pensé en este primo que sufría por no estar con sus hijos. Que contradicciones hay en la vida ¿no?. Los que tienen no dan, lo que no tienen quieren dar…

Me quedé parado en medio de la calle, y repensé: en este país somos ya 14 millones de habitantes. Imaginate que de esos unos 5 millones son papás. Muchos son papás desde temprana edad (15 años). ¿Cómo es posible que vivamos en una sociedad tan violenta? ¿qué es lo que falla?

Yo me resisto a decir FELIZ DIA DEL PADRE. No, no lo quiero decir… por lo menos hoy…
de repente sí pero parar el otro año.

sábado, 13 de junio de 2009

el espejo

Hoy me han dado hospedaje regalado en una comunidad. La cama, el desayuno y un bañito con agua fría. No hace falta el agua caliente, porque todo aquí es caliente.

Había un espejo ahí cerca. Me vi la panza. Púchicas, me dije, ¡estoy panzón!. Soy una lazo con nudo. Increíble, nunca en todos mis años he estado tan gordo como ahora. Con este ritmo voy a ir engordando y engordando me dije. No hay duda, estoy bien. ¡Hasta cachetón estoy!

Mientras me miraba en el espejo, pasaron por mi mente las miles y miles de personas que en este puto país les hemos dado la bienvenida a formar parte del gremio de los pobres. Más de 700,000 personas pobres para este año, y remata el texto… “a extrema pobreza”. Sólo tienen un dólar para pasar el día a día. Imagináte ese cuadro. Ya ni usan el quetzal, sino que te dicen dólar…

Hay unos tremendos informes del PNUD sobre desarrollo humano y esas cosas. Un dineral que se gastarán para pagarles a los expertos que nos van a decir que este país es más pobre. Y tremendas laracas, laracas, laracas de cosas que hacen…yo por si acaso me he bajado el libro por Internet y he empezado a “ojearlo” (porque no se puede decir hojearlo, verdad? Porque no pasas las hojas como cuando te lees un libro…malaya “pasión por leer”. Es un decir, no para que te lo tomés de manera radical pues…)

Y conste que la pobreza de mi gente, de mi pueblo, no tiene nada que ver con su lucha del día a día. Es decir, no son perezosos; ellos y ellas trabajan duro cada día. Se levantan a las cuatro de la mañana, se acuestan a las ocho o nueve de la noche… y así toda la semana; no hay duda que cuando chupan (güaro) el fin de semana es para espantar un poco las penas, o de repente el cansancio, o de repente para imaginarse una “buena vida”. Sí, lo malo es que sólo ellos chupan, y a la señora o la mujer la dejan en casa arreglando el día a día, cuidando a los patojos. Ellas también tienen derecho a su espacio para imaginarse una “nueva vida”: no más maltrato, golpe, violaciones, abusos. Su risa es de nostalgia y esperanza.

Por lo tanto, la pobreza no es porque uno no trabaje, sino porque lo están explotando. Y vaya manera de verlo. Sobran los ejemplos. Mejor ni te los cito, miralo vos mismo/a. La verdad, prefiero la vida del campo que el de la “siuda’”.

Medio me sacudí el pelo (tengo poco, me estoy quedando más calvo), para salir corriendo de la casa y encontrarme con un anciano. Estoy escribiendo sobre la vida de él. Me lo ha pedido y yo he aceptado… ahí vamos poco a poco…

¿Te ha pasado que cuando te has visto en el espejo y te das la vuelta se te olvida como sos?. Pues eso me pasó. Apenas terminé de verme y pum… me dí la vuelta rápido para verme otra vez (bueno, es otro de los males: empiezo a perder la memoria). Y me dije “¿peor si esta gordura es de desnutrición?”. Y me fui pensando en el hambre, en la enfermedad y en la muerte lenta de mi pueblo…

Yo tengo cabal para vivir dignamente, pero el pueblo no. Como me gustaría que el pueblo tenga lo justo y necesario para vivir también. Voy a lanzar esta campaña en radio: los 50 quetzales para el vino, regálelo para comprar alguito de comida para una familia pobre. Que tal si decimos: “en lugar del vino, vino la comida”

De repente… de repente me dije y entré a la casa del anciano…

viernes, 12 de junio de 2009

43 pisos

Hay días en el que uno se despierta, como ahora a mí me pasa, “sentirme solo”, a pesar de estar en una belleza de lugar: el campo. Muy sólo amanecí hoy… y eso me deprime…

Vienen a mi mente las distintas situaciones de muchas personas que se sienten solas, y dan ganas de decirles que nos juntemos para encontrar soluciones a todos los problemas que tenemos. No sucede así, bueno casi no siempre es así. Hemos hablado muchas veces de la diferencia entre la soledad y el "sólo". Pero ahora mismo, me golpean estas dos palabras.

Hay personas que se sienten solas porque no tienen a sus papas, otras porque les dejó el novio o la novia, otras que los dejo el esposo o la esposa (los cambio por otro mejor…), otros porque les mataron a ese ser querido/a; otros porque los han alejado con puro chambre (mentiras) y engaño; otros porque sencillamente caen mal; otros porque no tienen trabajo; otros porque aún teniéndolo todo (poder, tener y placer) se sienten más solos; otros/as porque se están escondiendo; hay algunos que para no sentir esa soledad se hacen los valientes causando más dolor a los demás. Es como un círculo esto.

Habemos algunos que para espantar la soledad mejor escribimos, o hablamos con la naturaleza, o contemplamos a los animalitos, hablamos con las flores, o queremos sentir que estamos vivos aquí en la tierra y por ello pisamos fuerte y despacio el camino: “aquí estoy” le digo.

Me encuentro en una sociedad que se hace indiferente ante el dolor ajeno, es que no hay ni tiempo para aguantar el propio. Yo aunque me quiera hacer el loco de mi dolor, siempre me da la punzada ahí merito… respiro profundo y sigo sonriendo. Vuelvo a caminar en el bosque.

El trabajo me obligó a estar en este lugar. Bonito, como una especie de retiro y de reflexión… lo digno para pasar un tiempito, diría mi estimado. Desde aquí se proyecta el trabajo que se puede hacer con el pueblo. Es fresco, el aire de esta mañana pega como un auténtico respiro de vida: puro aire de campo.

Como me gustaría estar con mi familia aquí, fue la reflexión de la mañana. Y quizá esa es la sensación de tristeza y de soledad que siento. Sí, eso fue.

Puedo entender todo el dolor del pueblo: su impotencia ante la violencia, la impunidad, la corrupción, pero estando sólo no puedo ni mover la boca cuando se acerca el asesino, el manipulador, el traidor. Sobre todo este último, porque es tan sutil, tan elegante, tan parecido como a ella le gusta… y sólo puedo escupir mi rabia.

De repente en estos días de trabajo para el pueblo, me vienen otra vez las ganas de estallar de risa… de repente. Mientras tanto iré a pedir un café.
Que tengas bonito día pueblo!
Gracias por recordarte de aquel edificio viejo que tiene 43 pisos. Está apunto de caerse…espero que no! De repente reciba más huéspedes para no sentirse vacío y sólo.

miércoles, 3 de junio de 2009

motohotel

Desde el mes de marzo para acá, es decir, hasta ahora en junio, he estado viajando por todos lados de este bendito país. Le decía a unos amigos, no he tenido tiempo de pensar en mí mismo… dadas las circunstancias que he vivido, cuando pienso en mi mismo, me dicen egoísta.

Suerte la mía, y si ahora que retomo mis memorias, y mis letras, pues he dejado un montón de reflexiones pendientes:
-Que el día internacional de la mujer, un abrazo y un saludo a todas las mujeres. Todo mi cariño para ellas.
-Que el día de la tierra, si tuviera para poder vivir dignamente... malaya.
-Que el día del libro, vivo de los libros prestados y de los que se me cuelan de alguna casa que conozco.
-Que el 1 de mayo, día del trabajador. ¿Y cómo no lo iba a celebrar yo?, que me pasé trabajando ese día. Así es como se celebra el día del trabajador… trabajando pueblo!
Que el 10 de mayo, (fecha en que se celebra aquí en mi país a las mamás). Eso sí, no me lo perdí y fui a darle un abracito a mi viejita… y talán talán que suenan las quejas: que por qué no he llamado, que cómo he estado, que hijo más descorazonado, qué como están los hijos, que… que. .. que… pero, si yo sólo venía a darte un abracito y almorzar contigo madre, le decía. Ni caso, siempre me reclamó. Otra vez, el egoísta.

Ya ves, a pesar de todo, siempre te reclaman, si no es por una es por otra… así somos aquí, tenemos que darle un poquito de “piquete” a la conversa, no sea que se nos pase algo.

Sentado en el volante del carro, me decía, ahora si debo escribir… y pum! Se pasó otra semana más… y así cuatro meses.

Si te cuento las coyunturas, diría el maestro, pues esto está “rejodido” dicen en el campo… “quién sabe qué están preparando los meros meros” dicen los más cautos…

Total dijeron los otros, vamos a salir a caminar… yo con los pobres… con el pueblo…
Yo con los de camisa blanca, con los hijos de los hijos… que de la historia del país, quién sabe cuánto conocen. Les tiran a los pobres patojos, que si son de la marro, que si sos de la landivar, que si sos de las san carlos, que si sos de la mariano…pero nadie dijo: y los jóvenes del campo muchá!

A los más pobres de los pobres, aquellos que sólo los sentencian o los matan en las calles… los que ya están sentenciados como mareros, o los que sólo por ser diferentes –en su modo de ser- ¿no pueden ir a la marcha?

Así mejor me echo un mi atolito en el parque, mejor si es de arroz con leche… me siento para oír a la hermana aquella que canta alabanzas con un ritmón –pobre el salsero más rico del mundo- porque esta doñita se lo come...- pues que ofrece las alabanzas hasta cansarnos de repetirlo…”salvación hermano”

Y ahora por ¿dónde camino? Me dije… me voy para la casa, no hay duda que es mejor ir en la moto… pero qué feo se siente solito! Porque ahora está prohibido ir de dos en la moto. Imaginate soy el preso número xxx, lo llevo en el casco y el chaleco “xxx”. Voy de negro todo, solo el casco es de color blanco.

Puta! Me dije:
Tenía razón el 'yon lenon' cuando decía: “vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, pero la violencia se practica a la luz del día”

¡Qué pilas ese chavo! pensé en mis adentros, mientras llegaba a trabajar a la otra punta del país… malaya la vida me dije: mejor pongo mi otro negocio que se llamará “motohotel”

Porque aunque no creas, para seguir la pista del yon lenon, (te lo escribo como lo pronuncio, nada de corregir mis letras… please). Como no está permitido que dos vayan en la moto, pues si te agarran, decí que vas a un motohotel, para hacer el amor… y que para nada vas pensando en asesinar, matar, golpear a una persona más… que sólo vas para estar un rato calida’, y de repente, en lugar de darte la multa, te dan para que pagués el motohotel… que ya vas a ver, negoción que prosperará en este bendito país y así le hago la competencia a los “autohotel”… ¿no crees?

El clima político se ha puesto “bien peludo” uste’, me dijo un anciano de allá… “hay un videyo, dicen, yo como ni tele, pos por la radio, pero no es igual uste’…contimás, nos cortan a cada rato la energilla…” “lo que hace el dinero, verda’” sentenció.

Así que seguí manejando, hasta darle forma a este escrito de hoy, para contarte que estoy bien –mucho trabajo- pero bien. Me compraré un mi “videyo” como dijo el don, de esos de cinco quetzales, para descansar un poco… tal vez vea ese que se llama “la vida es bella”…

De repente, vas a seguir leyendo mis alegrías y tristezas, de repente!!!



jueves, 26 de febrero de 2009

25 de febrero


¿Somos los mejores productores de café o los que más exportamos café?

Los ixiles de Nebaj le sirven a uno un cafecito con chile. Cala en los huesos, con ese frio tremendo que hace por esos lugares cae bien. Ellos, los más modernos, dicen que es “etiqueta roja”, otros sencillamente dicen: “así nos enseñaron nuestros abuelos…”

-Es tremendo tomarte el café con ellos y oir sus historias de la guerra que sufrieron. Los mataron, violaron… y ahí están, resistiendo todavía. Exhumando a sus seres queridos, solo para enterrarlos dignamente. Es su derecho.

Es curioso, si tenemos el mejor café ¿por qué será que tomamos sólo lo que viene en la botellita y pum!? Nos preparamos al chilazo un cafetin, (la ventaja del microondas) y platicamos del mundo, de sus cosas, del perfume, de la loción, de las cosas de la vida. Aguantá, entrás a un lugar ‘cualquiera’ y pedis un café, te preguntan: “¿americano?”. Ah puchis! ¿… y el nuestro qué?, -lo pienso y no lo digo- ¿cuál será nuestro café?. El ‘kape’ dicen los q’eqchi’es.

-Corren por mi mente las 84 recomendaciones de la CEH. Muy pocas cumplidas, impunidad que da tristeza, todavía se dan su paquete de… –no se que-; pero no es para sentirse derrotado, se invierte màs dinero... ¿Cantidad de dinero que les pagaron para dejarnos esto? Hace 10 años muchá! Hay que seguir trabajando por la memoria, y decir ‘no al olvido’. La paz y la reconciliación son tremenda tarea para esta sociedad, dependerá de cómo lo queramos trabajar a nivel personal y comunitario, para hacer un mejor país.

Por cierto, yo no olvido, en esos pocos que no volverá a darse más, (de repente, quien sabe, como dice el refran aquel: no digas nunca nunca…) pude estar en el otro lado del mar, me tomé un café y me cobraron 5 euros, estaba caminando a las 4 de la mañana. ¿Vas a creer? Pues sí, entonces me recordé de aquella mujer:

Un “café con aroma de mujer”, decía aquel promo de novela que nunca llegué a ver, pero que a mí me gustaba mucho; me recordaba a doñita Margarita (flor para siempre), que quise mucho. Ella me esperaba en su casa y me daba el café hecho con tortilla quemada. Ah! Que rico!

Si hay un café con aroma de mujer
Ese es el tuyo madre,
Café hecho de corazón, dado con ternuna,
Preparado con amor.
Tu café no quita el sueño,
Da paz.
Tu café de tortilla de maiz;
Calienta hasta el corazón:
Escuchando tus consejos.
Por los años vividos allí.

-Y pum vuelven a pasar por mi mente las historias de las mujeres violadas sexualmente… de los 45,000 desaparecidos, de los niños y niñas que murieron, de los que lucharon –tomaron las armas- convencidos de que iba a cambiar, para mejorar la vida de las familias, de la comunidad, del país. ¿y la justicia?

-Ves, ahora que recuerdo lo del café, recuerdo a los ixiles, a los q’eqchi’es, a los k’ich’es, a los kaqchikeles, a los tzutujiles, a los chortis, a los achi… a todo el pueblo que fue masacrado en aquella guerra horrible; en aquel holocausto que vivio el pueblo indígena: 430 aldeas arrasadas y desaparecidas. El presidente dijo: en guatemala hubo genocidio, etnocido… Y recibió el informe de la CEH, en la misma fecha, el 25 de febrero.

Y Vos ¿qué hacías en esos años? ¿Qué historia conocés?

Me tomaré mi cafecito en casa, o de repente te invito, para que hagamos un repaso de cuánto se ha logrado cambiar en este bendito país, pero sobre todo, lo que está haciendo cada uno, vos y yo, nosotros, ellos y ellas…aquel y aquella ¿Qué han hecho? –ni te cuento, imaginátelo si querés-

Es mejor con un cafecito –y empezar en una cafetería-, y no como van hacer algunos: con los tragos, sus cigarros y sus demás cosas (aguantá se ponen trompudos porque ya no les dejan fumar en los antros esos…); mejor hablando claro, limpio y transparente, porque para ver las responsabilidades, hay que estar buenos y sanos, y eso es posible con un cafecito: “hay que crear nuevos símbolos, nuevos imaginarios, y nuevas prácticas que humanizan a las mujeres…” dice el campo pagado de hoy 25 de febrero, día de la dignificación de las victimas de la guerra interna en Guatemala; y revelador será aquello que entregó o entregará el ejército: los “planes contrainsurgente entregados al juez…” (…?).

Un café te desnuda, te abris al otro para que sean uno, te quedás como un gancho de pelo, colgado. Te imaginás esa tacita que abrazás con ternura A mì me gusta tomar un cafecito y mejor calientito. Así que me quito el sombrero –escribí hace unos años- ante la mujer, ante las mujeres, que recrean el mundo con otro color; y celebro el año nuevo maya 5,125 para que lleguen nuevos aires de vida, pureza, respeto; pido perdon porque yo tambièn he sido injusto… me perdonarán pero no me olvidarán. Parece que seré un fugitivo…

Me siento a tomar el cafecito, te espero…
Mientras tanto, del parque central la gente volvió a caminar para regresar a su casa, a su tierra, a su trabajo…
De repente llegarás… de repente.

sábado, 21 de febrero de 2009

4 de febrero

Al 14 de febrero, día del cariño le quitamos el uno (10) y nos quedan 4.
Fácil operación matemática para un país de 108,802 km2. Mas o menos, dependerá como quede el diferendo con el hemano país de Belice. El territorio es lo que ahora tenemos, amen de las tremendas metidas de pata de nuestros gobernantes…

Pero cuando nos quedamos en 4, viene a mi mente aquella madrugada. El cuartito de abobe en el que dormíamos se sacudía de un lado a otro. Sólo el grito de mi mamá fue el que me despertó.

“7.5 grados en la escala de Richter fue la intensidad del terremoto.
49 segundos fue el tiempo que duró el movimiento telúrico.
24,103 personas fallecieron por la sacudida, el 4 de febrero de 1976
Veintitrés mil muertos, más de 75 mil heridos, un millón y medio de damnificados y más de US$1 millón en daños materiales fue el informe final del Gobierno.
La falla del Motagua, que atraviesa el 80 por ciento del territorio guatemalteco, fue la que provocó el movimiento telúrico”


Este mes no he dejado de pensar en lo bonito que han sido las casas de adobe, a pesar de esta parte dolorosa que sufrió el pueblo.

El adobe, todavía se hace en las comunidades del occidente. Ha cambiado en algunos lugares… cuando uno mira las casas esas, sólo cajones se ven, hechos de block, cemento… gracias a las remesas que se recibieron de los paisas, pero no cambia nada la realidad del hambre, la enfermedad, la muerte…

¿Qué será?

Yo sigo pensando en mi casita de adobe… la casita que me salvó de morir. Tiempos aquellos en el que usamos el terreno de los tios, para vivir juntos en la tremenda champa; jugar de noche, reirnos a carcajadas, a pesar del dolor y el miedo que teníamos en la noche.

Hoy este país tiembla de miedo, de dolor, de impotencia, ante la inseguridad; de contemplar la forma en el que se mata a las personas; de la impunidad que ha calado en la historia de la justicia, de la educaciòn, de la salud, del ambiente del día a día…

¿Qué casa segura necesitamos?

De repente me construyo una mi casita… de repente.

martes, 10 de febrero de 2009

¿En qué le puedo servir?

Me ha sonado esa farsa en un banco local. La señorita me dijo “¿en qué le puedo servir?” Mientras se miraba las uñas, después como que buscaba algo en su bolso, luego preguntó por un papelito a la otra seño de al lado… me soltó una risita (que falsa me dije en mis adentros)…

'Malaya' suerte la mía, llamaron por teléfono. Pa’ qué te digo… haber, decía: “no para nada… (y yo qué –contestaba en mis adentros- pintado estoy) dígame… ajá… no le creo. Vaya, está bien… para servirle”. Otra vez la palabra… pero esta vez si fue con cariño. Continuó… “sí le llamo luego… sí, ya le dije…”

Yo esperando ahí sentado en frente… quería gritar. Mejor respiré profundo y “contá hasta diez” me decían mis recuerdos de consejos para mantener la calma. De plano que alguna cámara me registró con cara de sospechoso…

Que le voy hacer, estaba enojado.

Después de un rato, me repite esa su frase… esa que te dije. De seguro que le respondí muy serio porque me miró con cara de pocos amigos. Ahora sucede que yo le “jodo” su rato de alegría…

Cabal me acordé de una licda., que comentó en clase esto de “¿en qué le puedo servir?” Me reí de ese rato alegre en clase y con lo que estaba viviendo, ahora, en “este rato”. De seguro le parecí loco a la secre del banco que se me quedó mirando, hizo su mueca esa… y de plano pensó: “loco”

Así pasa con esta amabilidad que tiene esta burocracia de los servicios públicos… salí corriendo para mi chance, porque allá no me perdonan que pierda el tiempo… en cualquier momento me lo echan en cara.

No me queda más que decir a los que me esperan en la oficina… “perdone, mucho tráfico” (mentiroso el hombre, solo por salvar a la bendita secre del banco). Y dale que me salió el “perdone” también a mí.

De repente creeré, la próxima vez, en esa frase que me dijeron en el banco

... de repente

martes, 3 de febrero de 2009

si pudiera...

Hace un par de días me llamaron para hacerme la propuesta:

“te vendo mi moto” (…)
Ajá (…)
Casi nueva (…)

Total, nunca fui a ver la bendita moto.

El otro día probe otra moto. De subirme a ella (o en ella), para echarme un “mi colaso” (o colazo) en la calle…Estaba algo viejita (la moto) y no me gustó mucho…

También le dije al hombre que no la podía comprar; que tenía que hacerle arreglos, que esto otro… que no me salía bien la compra. ‘Eyceitera, eyceitera…’ Creo que se enojó por no comprársela. Cómo es la gente verdad, si no hay un compromiso de palabra dada, pues no hay problema… por qué entonces se enoja. Las gentes y sus cosas.

Eso del par de días y lo del otro día es sólo un recurso en la redacción. Fue en uno de esos montones de días. Porque las ganas de comprar la moto la tengo desde hace unos dos o tres años, o más quizá…

La verdad, nunca pierdo la oportunidad de entrar a una tienda de motos, para montar una y otra vez los estilos. “¡Qué calidá!” “puro calidad de motos”. Pregunto los precios y luego me encojo por dentro porque es sólo una ilusión la que tengo en querer comprar una moto.

Voy por las calles y veo a los motoristas que pasan por mi camino: lleva el mensaje (rapimandados), la pizza (cualquiera), el pollo (pa’ que te cuento, el campero: tierno jugoso y crujiente. Ay! como extraño ese pollo…), la comida china (el chinito veloz), el que abre las chapas de carros (de los que estàn autorizados pue’), el de la farmacia (increible!), el mensajero de la empresa x, el poli, el de ‘seguridá’… el ratero o los rateros… tremendo todo.

Motos hay para todos los gustos y necesidades; hay de todos los estilos. En algunas motos van hasta cuatro. Es un peligro, deveras, va la familia montada en esa moto que es de 125 cc. Pues no le queda de otra al pueblo, si es el vehículo que tiene para regresar a casa o ir al trabajo. Es arriesgado, pero así se mueven muchos en este bendito país.

Te has dado cuenta que hay cuates que llevan el casco en la mano o amarrado al timón. Es que “no hay que ser…” diría cantinflas. ¿Y si despuès –no lo quiera Dios- te tira un carro, un camión?

Hay tanta imprudencia que siempre pasa algo grave con los “motorizados” estos: los tira un carro, les roban la moto, o ellos se le cruzan a uno… es tremendo, tremendo, tremendo…¡¡URGE MOTO CAR!! (Sipués, ya me hicieron caso…)

Me he resistido a la moto. Razón, alguien me dijo: “quiero envejecer con vos y aprovechar viajar en moto para conocer los lugares que no conocemos. Irnos en plan descanso”… yo dije que así será… y ya ves, estoy solo; me empiezan a salir las canas; aquello sólo fue una ilusión.

Esa quizá es la razón del por qué no he comprado la moto…
Ya se, ya se. Es tonto de mi parte, porque antes de conocerla a ella, yo ya andaba en moto: corria con el pueblo en moto; iba donde el pueblo en moto, subia y bajaba montañas, carreteras y veredas; nos mojamos juntos, cruzamos ríos, vi lunas, soles, animalitos que se me atravesaron…

Recuerdo que me caí un 13 de mayo. ¡Por la gran púchicas!… cachimbazo, me dolio todo el cuerpo. Pensé que iba a saltar igual que mi corazón en ese momento, pero el tronco me dijo “neles”. Única caída de emoción, sueños, recuerdos, hamacas… es que iba pensando en todo lo bonito de la vida con el pueblo aquel.

También recuerdo que en un lugar apartado, de esos de “por ahi”, el cielo se puso gris; bien gris que daba miedo y de repente se puso a llover… de plano que vio mi corazón –me dije en ese rato- porque yo tambièn lloré… dejé que me bañara con su lágrima, como yo bañé a mi corazón de mis lágrimas.

Ya vez, por muchos años, la moto fue mi compañera de vida. Ella y yo éramos un solo cuerpo en aquellos años… entonces no sé por qué no la he comprado todavía…

De repente la compro este año, y así para podré hacer la caravana del zorro el próximo año… aprovecharé a pedirle al moreno su bendición. No creas que es hacia esquipulas donde va a ir mi caravana… es allà donde el pueblo. Dónde está el verdadero moreno: el pueblo.

Con casco, moto y mi pañuelo en el pescuezo… cómo tengo nostalgia de esos tiempos bonitos en mi moto. Ahora ya no es igual; de repente. Ya vas a ver… de repente será bonito otra vez…

martes, 27 de enero de 2009

"lkm"


Me llegó ese mensaje por el celular. Pensé rápido. “LO QUIERO MUCHO”… mi corazón se “riyo” como que le hubieran dado a comer una sandía… roja y jugosa… o una pupusa de queso y loroco… o un su mango verde pa’ comer con salita…

Y es más, lo que es la mente ‘verdá’, empecé con la lista… quién será… porque (–me cegó el mensaje, no vi el número o nombre del que me enviaba semejante mensaje) no ví el remitente en ese rato…

Lo que son las ganas que lo quieran a uno ‘verdá’… mejor me deje abrazar por el viento del norte que me atrapó en la gasolinera aquella… esperando que me llenen el tanque de gasolina. Porque lo que soy yo, siempre digo: “lleno, por favor” porque hay algunos que dicen: ‘full porfa’. Todo cambia en estos tiempos, gringochapines. Lo que soy yo, a lo puro guatemalteco. ‘full’ me dijo el hombre ese, 'Sipués'…-respondí- “lleno”.

Bueno, regreso al mensaje que recibì “Lo Kiero Mucho”
Pero se me hizo agua nada más (lo de la sandía, las pupusas, el mango…), porque al ver el remitente del mensaje, identifique el número. Era mi jefe. Pum, así que ese no podía ser el mensaje que me enviaba, (a no ser que se confundiera de número, lo cuál es poco probable, porque controla todo…) y porque de ahì, “mesmamente de él”, ni siquiera la sandía podía llegar… es un gasto más pa’ su bolsillo…

Respiré más tranquilo, como jugando ajedrez. Vi la jugada, “L…K…M…” es decir, ahora sí entendí el mensaje: “el kilometraje”.

Es verdad, detrás de cada factura de gasolina debo anotar el kilometraje de ida y vuelta. Eso para ver si de verdad estoy usando la gasolina “para lo que es”: el trabajo. Además sirve para justificar ante los donantes que su dinero se está usando bien…

Me dio una rabia, me rebelé y no quise anotar el kilometraje en ninguna factura. Prefiero que me digan ladrón de gasolina (por cierto, ¿fuiste a ver esa pelicula? está dos que tres) porque no hay que ser, uno honesto y ellos... uuuuh!
¿Y si piden que se los pague? pues se los pago y qué… aunque sacrifique más lo del més. Total, ya me han cobrado un montón que "disque" debo. Triste mi caso!

Pensándolo bien, ahora que escribo esto, pues siempre me friegan si me cobran este viaje, porque esta semana tuve que hacerle un “oyito más” a mi cincho, de no ser así, el pantalón va pa’ bajo!

No te preocupés, porque sólo “fémur” soy…

“No es para tanto hombre, porque eso, ni les quita el sueño a ellos. Eso fue lo que me dictó mi conciencia”, y me calmé pues. Tanta vuelta que le estoy dando a esto, cuando me pregunten sobre el mensaje. ¿mensaje? ¿cuál? Diré… Y así, tapamos la marimba…

me subí al carro, me fui escuchando musica de sabina. "y nos dieron las diez..." Saber si te gusta a vos… mientras tanto, y de repente, me llegue algún día ese mensaje de alguien: “lkm”

Para mí no hay mejor forma de querer y amar a alguien para toda la vida, a todas horas, como ese viento que sentí en la gasolinera. De verdad, aunque no tenga a nadie.

Lo esperaré con ganas… seguiré soñando, de repente…

domingo, 18 de enero de 2009

leer con pasión

Uno de estos domingos, leía en el periódico una entrevista que le hacían a un escritor. Le reconocían sus memorias que tenía como poeta, critico, su nuevo libro, etc, etc… este don decía que este pueblo es iletrado; no lee porque le gusta, sino porque se lo imponen, están obligados. Lo más triste es que no entienden lo que leen, decía… (En parte tiene razón, pensé, pero por otra hay que ver los “maistros” de ahora… -algunos pues- no sea que me pongán una “x” por falso) y continuaba: que no te apoyan, que no esto, que no esto otro, que esto… en fin, guiri, guiri, iba la entrevista. Me levanté de la acera en el que estaba sentado, devolví el periódico y pensé mientras trabajaba:

Debo reconocer que soy un afortunado porque en estos últimos tres años me he vuelto un adicto a la lectura. He leído cantidad de libros, para que te cuento; pero de los privilegiados que soy, ya no puedo comprar más un libro, mi presupuesto ya no me alcanza… ahora solo miro los libros, me paseo por las grandes libreras y ojeo- hojeo (serà que se dice así tambièn porque voy leyendo un poquín) las páginas… me digo: “lástima… no podés comprar más manito”.

Se agradece cuando uno va a la presentación de un libro, de esos montones que hacen aquí, (aprovecho a cenar tambièn, no sea que…) y le regalan a uno el libro. Malaya suerte la mía, el otro día fui a una de estas presentaciones, y pum, ya no caché libro…

Cuando me regalan un libro, es como el juguete que quería cuando patojo… me hace viajar a esos lugares bonitos que nunca voy a conocer, transformarme en un personaje de la historia, o compararme con algunos de ellos, imaginarme eso es bonito.

Ya sé, ya sé, la realidad es otra, pero lo bonito de la literatura es que te da una paz interior… eso sí, escojo lo que leo, porque no por más publicidad que le hagan a un libro es bueno, porque los hay. Por eso es que voy a las librerías para ver que hay. Aunque pensándolo bien, me he leído algunos de esos libros donde al personaje o los personajes estos solo les gusta hacer pisto y venden su libro, nimodo, como no hay más que leer… (sí, sí lo sé, tambièn la literatura es relativa: lo que a mi no me gusta, a otros les gusta).

Hay lecturas que definitivamente nos hacen pensar que todavìa es posible un “nunca más”; por ejemplo me regalaron uno sobre memoria e historia que se llama “srebrenica”: tremendo, doloroso, es la denuncia de violaciones a los derechos humanos…

Lo que es un limosnero literario (o sea yo), (¿existirá esa palabra?) conozco una casa que tiene cantidad de libros y siempre me estoy llevando uno para leerlo; me los devoro como una polilla, y los devuelvo sin más, tomo otro y zas! … ya quedan pocos por leer, espero que no me echen de esa casa antes de terminar esa fuente de letras…

Es verdad, también están las bibliotecas de las universidades, la biblioteca nacional. Todas ellas tienen sus procedimientos. Debo confesarlo, también he consultado algunas de estas casas, y pues he aprovechado mucho…

Ah, también he estado en el internet. Llegué muy tarde, cuando empecé a bajarme algunos libros… pum, la página cerro!!! (o la cerraron, una de dos). Solo pude bajarme un libro para ser sincero: los diez mandamientos, de Fernando Savater. Tenía este libro, pero alguien se lo quedò… así pasa con los libros…

Es decir, soy un afortunado, puedo leer, tengo oportunidades de encontrarme con ellos, en cualquier lugar que llego hay un libro, o unas páginas de libros. Es como mirar a una chava en la calle, te le quedás mirando hasta que desaparece… así es el libro para mí…

Ahora entiendo cuando me decìan “¿Estás ido? ¿Qué pensás? ¿Por qué no decís algo?...” a mí me cambiaron porque sólo pensaba en los libros, en los viajes, en el chance, en lo que hay que transformar. Y pues ellos son felices y yo tambièn…

Leo en mi silla, en mi cama, en el piso de la casa que alquilo (porque hasta eso no es mío)… pero me siento bien ahí, leyendo un libro. Sí, sí sí, hay gente que lee en la playa, en su casa que tiene a la orilla del lago, en el hotel, en eso… de verdad que son dichosos ellos…

Pero por favor, te lo suplico, no le digas a mi pueblo tonto, analfabeta, iletrado, ignorante, cuando no le has dado un libro al alcance de sus manos (digo bolsillos). El libro està todavía lejos para mi pueblo… Tampoco lo comparés con otros países, porque no es justo. Dichoso vos que has viajado y has hecho “cultura” con ellos, pero eso no significa que los de allá son mejores o peores… sólo tienen mayor oportunidad que nosotros…

Yo le agradezco a mi seño de idioma, me enseñó a leer con el pueblo. Y eso es lo más bonito: que compartás con el pueblo… mientras tanto, debo ahorrar para regalarle los libros en su cumple, en el dìa del niño, en la navidad (o reyes) a mis hijas. Ellas ya son unas polillas de los libros…!!! También he leído sus cuentos maravillosos de su librera… no me queda de otra, me hago un güiro con ellas.

De repente…
Ya vas a ver, el pueblo también leerá… y preparate!!!


viernes, 9 de enero de 2009

indignado

Yo me imagino, y con todo respeto, que todo el mundo –aunque “dicen” no creer en Dios- o se cansaron de que exista, o que los controle, o que les ponga las culpas, o que es para los débiles (decía el filósofo nietze), o que hagan la campaña "dios no existe" (que creo que hay que diferenciar la religión y que no estemos de acuerdo con lo conservador...) o sea lo que sea- porque los hay (otro día veremos eso de la responsabilidad de las religiones, porque el DIOS DE LOS POBRES, es sencillo y humano... y es tremendo con su pueblo), disfrutaron sus vacaciones. Bueno, es un decir, disfrutar las vacaciones...

Hay un documento de la iglesia católica que se llama “Dignitatis Humanae” (creo que así se escribe en latin). A lo que vamos, este documento habla de las condiciones dignas del trabajo y el derecho al descanso, al desarrollo humano, etc, etc …

Independientemente de las reglas religiosas, todo trabajador tiene este derecho: descansar unos días, incluso los días séptimos… de repente es domingo para vos, o el sábabo para otros…

De todos modos mis estimados, los que me leen, resulta “indigno” que unos pocos disfruten de estas vacaciones, mientras otros tienen que trabajar como “burros” en esta bendita patria… unos ya no saben qué hacer con su plata y otros que necesitan la plata (la dialéctica).

Sobre esto, hace unos días leía en unos de los periódicos escritos sobre “los 30 lugares que hay que visitar (y te da unas fotos para el descanso o... disfrutar la luna de miel), menos mal se quitan el tanate de piedras porque escribieron “ (…) si usted puede…(…)”

Ya sabemos que un 85% de este país de pobres no va a poder. Algunos que han viajado ha sido porque al no encontrar chamba (trabajo), o mejorar el ingreso de la familia (lastimosamente tuvo que romperse esa estructura familiar) viajaron a los "estatus quietus"… y todavía así hay paises que te cierran las puertas, te ponen preso, te tratan como un delincuente… les llaman “la directiva de la vergüenza”, o los del “retorno” los que crean estas políticas pues...

Te acordás, nosotros les abrimos las puertas aquí, y les dimos de todo (basta con leer un poco la historia de mi pueblo), nos dejamos que nos roben hasta el corazon… hoy nos miran como limosneros. Pediles a esos que viajen al inframundo de este país, a la “periferia” le llaman los sociólogos, “nel pastel”, ellos componen el mundo en los “antros” de farra… o en sus casas privadas, con los mejores “deleites” carnales…

Me disculpan pero viajan los que traicionan , los que explotan (conozco algunos… te miran como pendejo), los que roban, los coyotes (abundan), los que hacen favores, los que relativizan el amor.
Ya, ya sé, también los hay, es verdad, viajan los que tienen dinero… o me dirás, es que “vos sos un amargado”. Así es, amargada suerte que tengo de ser del pueblo… solo puedo entrar al internet y viajar por el mundo, conocer los lugares más bonitos que hay, y pagar los Q.5.00 de hora de internet…

Es más, no ha terminado el mes de enero y ya debo… así es de triste esto.
Estoy indignado, esa es la verdad.
De repente se me va a pasar esta rabia, de repente…